31-35, M
When the hurt is over baby, maybe love will flow.
About Me About Me NotesAbout Me
De madre ausente y padre alcohólico, Claude vivió toda su vida en soledad. Destacaba sin dudas por sus capacidades intelectuales, carismáticas y físicas en un remoto pueblo rural. Quizás será por el atraso de una sociedad cerrada, autoritaria y cuadrada que generó una apatía que le llevó a progresivamente estar cada vez más alejado de la realidad, con la cabeza en las nubes y con una falta de preocupación a todo lo que le rodeaba.
Encontró en la música un escape, una alternativa creativa en este mundo repletó de suciedad y de pobreza, la razón por la que tanto apreció le tiene a la suma de notas en un instrumento es que gracias a ello es que conoció a Nath. Jamás en su vida se había topado con una persona que logrará trasmitir tanto no solo en su voz, que para él, era la más hermosa que pudo haber siquiera imaginar, sino también en sus ideales de libertad, totalmente contrarios a los dogmas en los que fue criado. En ella encontró más que belleza, encontró más que perfección, encontró un mundo totalmente distinto al gris al que estaba acostumbrado.
Se enamoró perdidamente de ella, y juró ayudarle a cumplir su sueño, a veces con hermosas promesas de amor, otras veces limpiando baños por monedas para poder arreglar sus trajes harapientos para poder tocar junto a ella.
Claude es un hombre complejo en su interior, pero absurdamente sencillo en su exterior. Risueño, aunque fuertemente melancólico y distraído, amable en los modos de referirse o actuar con otras personas, con ciertas tendencias sumisas y permisivas en comparación a las demás personas, especialmente con Nath, a quien adora al punto de endiosar. Talentoso para casi cualquier cosa que se proponga, destaca por una capacidad innata de desarrollar virtudes, disciplinas y capacidades, tales como la música, el arte en general e incluso deportes, pero contrastados con su apatía general a pulirlas, sumados a vicios para nada óptimos como el tabaquismo y el alcoholismo.
Recordó esa vez que se encontraba montando con su padre por las noches, ahí por el Delta, por un pasadizo entre los arroyos. Hacía frio y había mucho barro en el suelo. Su padre estaba como siempre, ebrio de ginebra, tambaleando de lado de su hijo con su caballo para seguir andando, no dijo nada, solo pasó. Iba envuelto en un poncho, con la cabeza hacía abajo como si estuviera por vomitar o dormir. Por primera vez en mucho tiempo, al menos en sus dieciséis años, Claude se atrevió a hablarle. Sabía que su padre vivía ebrio, pero aún así mantenía siempre una extraña lucidez al hablar, por más que él mismo se auto boicoteara.
— Siempre quise preguntarte algo —dijo con cuidado—. ¿Mamá esta loca?
— ¿Por que me haces esa pregunta, hijo? —le respondió su padre.
— Porque solo se largó, nos abandono. Decidió partir y eso...—no alcanzó a terminar de decir aquella frase que sentía la molestia interna.
Su padre le detuvo, por supuesto.
— Claude, Claude James —le explicó despacio.— De vez en cuando se presenta una persona con una visión del mundo distinta a la generalidad, eso no la convierte en demente. Habló de una percepción distinta, eso no te vuelve un demente sin embargo a veces...
Él pequeño negó, queriendo interrumpir a su padre, pero esté le detuvo subiendo apenas su tonó de voz.
— Sin embargo, a veces, Claude —desechó la ceniza de su puro antes de continuar—. Una percepción así puede enloquecerte. No, tu madre no está loca, y contrarió a la creencia popular tampoco tu, solo estás mal ubicado en este sitio. Naciste en una era equivocada, en el lado opuesto del rio, con la capacidad de hacer lo tu desees y no tener nada que no desees tener. Tu jamás perdiste a tu madre, la perdí yo.
— Pero papá —dijo con cuidado, mientras intentaba no confundir las palabras y tratar lo que intentaba decir.
Su padre le volverá a interrumpir.
—Ella y tu serían perfectos en otra época, en otra obra de teatro. Pueden ser hasta el más grande artista de toda la década, o el perfecto rey pagano en los tiempos de los héroes. Por eso se marchó, yo no era como ella —no había angustia en sus palabras, solo certeza, por eso cuando miró a Claude fue claro—. Pronto tendrás que partir, vivir solo en lo amplio del mundo, nadie te entenderá al principio pero con certeza, quizás un día encuentres a alguien que comparta tu misma visión.