Ladeó la cabeza como si no estuviera tan convencido de lo que ella decía, pero era cierto, la quería aún y con lo molesta que podría llegar a ser. —Digamos que sí —dio un sorbo más a la bebida que poco le gustó— sí, no lo negaré.
— Sonrie divertida mordiendo su labio inferior, Sus manos quedan frente a su rostro vacias y frunce el ceño al verle beber de su café.— Aun así me quieres y no lo puedes negar ~
—¿Tú quieres que vaya y lo mate, cierto? —enarcó una de sus cejas, no podía evitar los celos que, tal parecía ella disfrutaba en provocarlos—. Maldita —le arrebató el café de las manos para ahora él tomar un poco.
