En complicidad Ciro se acerca y se la empuja al pecho al pelirrojo.

— Que sea un secreto nuestro. Digamosle al abuelo que nos enseñe cómo. Estoy seguro que mamá Rusia e Italia no nos dejarán usarla.

Coloca una expresión más neutra.

— ¿Te haz imaginado matar a alguien alguna vez?

Mira a Milo con cierto aire interrogativo, introduce sus manos dentro de sus bolsillos tomando una actitud de tipo malo.

Eso no es un juguete.
*Imita a su madre, hasta con las manos en la cintura. Estaba de acuerdo, pero le parecía chistosa cuando se enojaba. *
O podemos pedirle al abuelo que nos enseñe a usarla.

Toma el arma y lo observa jugando con este, en una parte apunta a Milo.

— Bang!

Dice divertido metiendo en su lugar el arma.

— Se puede usar para colocarlo de adorno. Le preguntaré a mamá Rusia

Toma la caja atesorandola.

*Al levantar la tapa, el pelirrojo da un paso atrás. Era un revolver, se veía antiguo pero en buen estado. Hasta brillaba. *

Eso es... E-eso... Dedushka nos regalo un arma.
*Rápido llegó a la conclusión obvia, sus madres lo dejaron allí para evitar que lo usen*

— No lo sé.

Busca una herramienta para romper aquel cansado, logra abrir el objeto para observalo con su hermanito.

— ¿Que es?

*Enseguida deja lo que está haciendo, y sonríe a la fotografía. Pensaba lo mismo, sus madres eran bellas por dentro y por fuera.

Busca con la mano dentro de la caja, saca otra caja, mas pequeña y aterciopelada con un grabado en ruso. Milo leyó las palabras "para mi nieto".
La caja oscura estaba cerrada con un candado. *
¿Qué es esto? ¿Es para ti o para mi? Está cerrada...

— Hahaha... Atrapadooo (?)

Ríe y continua registrando algunas cajas, está tenía cosas de los gemelos cuando eran bebés. Tomo una fotografía con un marco, eran sus madres sosteniendo cada una a cada gemelo.

— Está caja es tuya.

La toma y se la acerca para mirar con el lo que había dentro.

— Nuestras madres son muy lindas

¿Ah? Pensé que fuiste tu. Tal vez se cayó de alguna caja alta...
*Como le vio relajado le creyó, pero chasque la lengua mirando al mentiroso cuando entiende. Le da la espalda y continúa ordenando. *
No dije nada sobre lanzar, delincuente.

Se voltea y lo mira con un ceño tranquilo.

— ¿De que hablas? No te lance nada.

Se voltea nuevamente registrando una caja.

*La pelota rebota en la cabeza del pelirrojo y ambos chillan.*
En tu lugar no haría eso, estoy en una posición de poder. ¡Por primera vez!
*Al voltear le enseña la lengua. *