Para sorpresa de Asriel, una nueva persona había llegado a su mundo. No estaba seguro de si era un hombre o una mujer (los humanos eran muy confusos), pero aquello no era importante en ese momento.
La caída debió ser muy dura, y si bien su aparición le significó un sobresaltó, el pequeño príncipe se acercó tímidamente. Quería asegurarse de que estuviera bien.