Es imprescindible que sepas cuales son tus teneres; que eso sirva al proceder.
-Caminaría así encabezando la bina hasta llegar al salón mediático. Una vez dentro, el joven esperó la llegada de su acompañante.-
Después de todo, esto es solo el envoltorio~
-Con un movimiento suave, hizo golpear la contera de su bastón contra el pequeño seguro que sostenía la gran puerta de madera tras el, en consecuencia, la misma en un estruendo cerró su acceso, dejando en el pasillo un intenso y abrumador silencio.-

Por supuesto que lo disfrutaré.. ademas, alguien tiene que cuidarte.. eres humano.. frágil.. y ligeramente asmático

- Caminaría tras el como si nada por los pasillos de aquella conocida mansión, burlándose un poco de las debilidades del chico -

Al.. no prometo nada en cuanto a los destrozos..

¿Es así? Entonces disfruta tu papel y el espectáculo, cuando llegue el momento.
-Al parsimonioso ritmo, continúa su andar sobre los escalones aterciopelados de la mansión, elevando después la siniestra para hacer un ademán, alzando el pálido dorso.-
Puedes quedarte hasta la hora que quieras mientras no hagas algún destrozo. Tengo suficiente con las maniobras de esos tres.

Mm.. si me vas a dar algún papel en esto, al menos seré la reina - Le muestra una sonrisa felina, después de tanto tiempo todo era igual entre ellos y aquello era agradable para alguien como ella -

Debo rechazar la habitación.. ahora vivo a las afueras de Londres con mi novio

@Demilyan Tepes:
El Rey se acerca al alfil cuando éste necesita ser utilizado en el tablero.
-Murmura con la característica firmeza de su timbre, avanzando a paso calmo por el salón. El sonido al suelo retumbaba en cada calza, portando con elegancia su bastón de caoba en la diestra. -
Ponte cómoda, Sebastian te llevará a tu habitación.

Asi que.. después de años y años por fin logro convencerte de volver a mi.. - Sonrie de medio lado con un toque divertido, bromeando claramente mientras observa al menor -