**Sin dejar de examinar a la elfa y manteniendo una distancia prudente de esta se inclina un poco hacia delante tratando de encontrar un punto de referencia de su paradero**
No.. no tengo ni idea de donde estoy, aunque no me sorprendería ser victima de una broma de las hadas de mis tierras...
**Regresa su mirada para buscar la de la contaría y con una mirada consternada pregunta**
Tu me puedes indicar un camino para salir del bosque?
*vuelve a reír al escuchar la respuesta del joven*
-me sorprende que digas ser un conocedor de la magia si no sabes que los elfos, no solos somos la primer raza que llegó a este mundo, sino que además somos la raza eterna, nunca envejecemos-
Tu edad no paces tan vieja... mi raza m. Soy un neflim... **musitar el joven tratando aún de entender en donde se encuentra, explorando el área con la mirada buscando un faro simbólico que le ayudase a hubicarse**
**consternado por el nombre del lugar no era la corte de seres mágicos que el conoce, se acerca al árbol para saltar flexionando sus músculos de la pierna para ganar impulso y flotar en el aire por los segundos necesarios para alcanzar la rama vecina a la de la elfa que interrogada subiendo impulsado por sus brazos**
Te sorprendería la clase de ser que soy... en fin no se ni como llegue aquí. ..
*sentada en la rama, recargada en el árbol que había comenzado a mecer sus ramas a pesar de la falta de viento, sonreía mirando con curiosidad las extrañas ropas del joven*
-común? pero sí esta es la magia más común de todas, la más poderosa y sublime, la vida misma, latiente y vibrante, tan sólo debes prestar atención, abrir tus sentidos y la notaras palpitando dentro de todo ser vivo que te rodea. Aunque ciertamente se va olvidando poco a poco, los seres mortales son los que más rápido olvidan, la magia reina aquí y en todo el mundo porque aún somos muchos los que recordamos y protegemos la magia. Y sí, soy una elfa y ya te he respondido tu otra pregunta, estas en el reino del bosque verde, los dominios del rey Thranduil-
*sonríe tranquilamente cuando lo ve alejarse subiendo de un salto a una rama cercana de un sauce viejo de tronco retorcido*
-sí en tu mundo fuera algo tan normal, te hubieras dado cuenta que este bosque te estaba hechizando, los árboles aquí tienen vida y la mayoría no son amables con los extraños, tienes suerte de que este viejo sauce sea de los más amables y sólo se divierta creando ilusiones para los forasteros. En este mundo la magia es algo inherente a todo ser vivo, los bosques, los lagos, los ríos, todo resuma magia y casi todos los seres que poseemos poder en nuestra sangre convivimos en paz. Respondiendo a tus preguntas, soy Tauriel y estas en el reino del bosque verde o el bosque negro, como le llaman ahora-
*su risa melodiosa resuena por el lugar, levantándose y dirigiéndose al joven, levanta su mano diestra posando la sobre los ojos ajenos para hacer que los cerrara, retirándolo lentamente como sí se deshiciera de una tela invisible*
-no fue una droga, fue magia, en estos bosques antiguos la magia inunda el ambiente, el aire, incluso el mínimo rocio puede hacerte ver cosas maravillosas pero son promesas engañosas e incluso mortales, así que ten más cuidado cuando andes por estos lares-
