No impuso distancia con ella, la dejó fisgonear en su agenda, la cual eventualmente estaba sofocada de compromisos. Desde tal posición el desvió su mirada a ella, siempre afable entonces respondió a la rutina de su compañía, sin lugar a dudas mucho más flexible que la propia, algo conveniente para un encuentro más prolongado—. Siempre me tomo un descanso de cuarenta y cinco minutos a las cinco de la tarde, podría ser un momento oportuno —su atención entonces volvió al dispositivo, deslizó la agenda hasta el domingo, donde ella aclaró más disponibilidad—. Aunque no desearía quitarte un día de descanso... —con un tono pensativo mencionó y preguntó a la felina mientras su dedo siguió ayudándole a pasear por esa aplicación. Hubieron algunos días donde incluso esos quiebres en la jornadas eran invadidas por entrevistas y otros días en los que simplemente quedaba a merced de un viaje ineludible; el solo observar tal programa podría estresar a cualquiera, pero a él se lo notó bastante calmo.

-Todo se vio tan formal, que se sintió un poco cohibida, sonrío de manera suave sin demostrar aquello, aunque no tuvo que pensar demasiado sobre sus horarios, aunque fingió que lo hizo para parecer un poco más interesante.-

B-Bueno, yo tengo libre después de las de la tarde, descanso los domingos nyan, así que que si se puede dentro de esa hora, estaría más que agradecida.

-Blandió su colita de izquierda a derecha, colocándose a su lado para observar aquel aparato tecnológico del cual no entendía demasiado.-

N-No quisiera incomodar ni nada por estilo, realmente pareces muy ocupado Rodrigo...

-De alguna forma, el joven le parecía alguien muy importante, o esa impresión le daba, ella no solía cohibirse por cosas como el estatus, o el dinero, pero quizá pensó que podría ser difícil sacar un momento con el a solas.-

El asunto más complejo de lo necesario se volvió, pero aquella conclusión propuesta por la felina resultó oportuna, suficiente para devolver el sosiego en su mirada, como también en su voz.

— Me parece una excelente idea y claro, concretar el encuentro sería lo más adecuado... —entonces poco tardó en sacar su teléfono móvil para poder observar su agenda, ordenada previamente por su asistente, de tal manera que hasta el último minuto de su jornada era productivo—. Dime, Claire, ¿qué momento es conveniente para ti? — su mirada apartó de la amplia pantalla, el pulgar diestro se mantuvo a la espera de una nueva interacción con esta, mas con su ojos la priorizó a ella.

C-Creo que mi comprensión se ha quedado un poco corta, pero lo mejor será hacer un nuevo postre favorito para ti, haré algo que te sorprenda. Nyan!~ ¡Verás que te gustará!

-Comentó con una confianza quizá desmedida, pues sabía el alcance de sus habilidades culinarias, no por nada era una de sus actividades favoritas, aún así se esforzaría mucho más de lo normal para que el platillo quedara a la altura.-

Entonces, debemos concertar cuando haremos aquello y en un horario que ambos podamos. ¿No lo cree?~

— ¿Un postre? —cualquier intensión de analizar las emociones ajenas se rompió con esa pregunta tan insólita. Como pocas veces él se mostró serio, concentrado en la necesidad de encontrar una respuesta. Con el índice y el pulgar envolvió su propio mentón, ese digno porte suyo se modificó cuando bajó la mirada, ¿era posible que realmente no tuviese un postre preferido?

Unos ínfimos golpes se dio con esa mano pensante, aproximadamente luego de cinco es que bajó la ya mencionada extremidad para suspirar y asentir a los dichos de su consciencia, la conclusión a la que llegó resultó la más óptima—. Suelo acompañar mi bebida con unas "pequeñas tortas" de crema italiana. otras de chocolate y a veces Red Velvet... ¿Pero cómo debería referirme a eso? Nunca lo he pedido fuera de mi estudio...

Tuvo que admitir y en sus palabras se notó una inmensa frustración al ser incapaz de llamar las cosas por su nombre. Se podría decir que fue un pequeño golpe al orgullo.

Oh, entiendo, bastará con los bocetos entonces, no hay ningún problema ¡Nyan!~

-Y es que en realidad, si quería ver esas obras, pero más quería pasar tiempo con el, conversar, era algo que la felina disfrutaba, del poder socializar. Esa sonrisa se mantuvo en su bello y jovial rostro, pero se amplió cuando su contrario habló de ese té, todo lo relacionado a la comida y a la bebida le gustaba demasiado.-

¡Me gustaría probar ese maravilloso té! Mientras hablamos de muchas cosas. Además puedo llevar un postre preparado por mi ¿Qué te gustaría?

-Preguntó al juntar sus manitas a la altura de su mentón, mientras sus ojitos castaños brillaban con ilusión.-

— Respecto a eso, lamentablemente allí solo hay algunos bosquejos, pero creo que también serán de tu agrado —le sonrió casi encogiéndose de hombros, culpable por romper la ilusión de mostrarle un cuadro terminado—. Además, te sentirás muy bien atendida, ¿alguna vez te mencionado que el té que prepara mi asistente no tiene comparación? He ido a muchos locales, no hay uno que pueda vencerla.

Claro que sí, me encantaría hacerlo en tu estudio meow y de paso podría ver tus maravillosas obras, estaría encantada.

-Sonrío sinceramente y la invitación indudablemente hizo que su colita se moviera de un lado a otro, la joven felina era muy expresiva, tanto con su rostro como con su cuerpo.-

— ¿Estarías dispuesta a contarme la historia de tu pueblo en otra oportunidad? Quisiera que fuera en un entorno adecuado, temas tan importantes deben hablarse con un buen té y la privacidad que puede ofrecer, por ejemplo, mi estudio.

No... Este caso es diferente, aunque se podría decir que si fuimos exterminados por algunos humanos. Tiene que ver una cruel guerra, en donde se masacró a mi aldea.