CaLe1562328

— Pero nada me han explicado ¿A quién le estoy escribiendo al menos? La carta que dice solo me dice una dirección extraña. Jamás he ido ahí, no me parece un lugar como para ir solo sin saber nada de nada. Pero lo más probable es que iré de todas formas.

— ¿Qué es eso de 'tutor'?

Para: Señor de los malos modales.

¿He de dispensar tal falta? Sí. Pero será añadido a su ya de por si inflado historial de deudas, sin embargo se aprecia la buena voluntad que presenta, me parece perfecto... Domingo, antes de las dos será. Le veré entre las cactáceas.

Atentamente: Gala, la que cobra con intereses.

Para: Señor O.R.H

Permita primero extenderle un saludo de lo más cordial, esperar que su salud sea óptima y advertirle desde ya, lo abusiva que seré al cobrar con creces sus deudas, se arrepentirá de haberlo mencionado, sin embargo antes de que pueda enviar una nota donde se retracte de tal decisión, acepto humilde y de buena manera su aún agradable invitación.

— Firma Gala, terror de las ofertas en muebles de segunda.

[c=#d58b4f]Ah.. lo más pronto posible, en cuanto termine de acomodar todas mis pertenencias pero puede contar conmigo cuando lo necesite sin dudarlo~ [/c]

[i][b]Nueva York, 2:10 AM, Metropolitan Museum Of Art. [/b][/i]

[i]La ciudad de Nueva York había visto muchas cosas que quizá el resto del mundo inmediatamente negaría. Había sido testigo de héroes, villanos, e incluso alienígenas venidos del mismo espacio. Aprovechando la aparente calma en la metafórica tempestad, Felicia Hardy, una ladrona ya muy conocida en aquella ciudad, principalmente por relacionarse con Spiderman, se disponía esa noche a actuar. Era aburrido estar sola, por lo que al azar en la mañana, había dejado un pequeño muñeco de gato negro y, junto a este, había realizado un corazón en el suelo utilizando las garras falsas de su traje. ¿Dónde? En el propio museo que atacaría esa misma noche, en un lugar algo escondido que solo uno o varios afortunados alcanzarían a ver. Felicia no sabía si alguien sería lo suficientemente observador para ver y entender su "mensaje", por lo que acudió al museo sin saber si se aburriría una vez más.

Fue sencillo entrar, pues conocía las aberturas de seguridad en el edificio, y también había estudiado las rutas en las que patrullaban los guardias de seguridad nocturnos. Pronto, hubo entrado al interior del lugar sin hacer saltar ninguna alarma y así mismo, llegado frente a la reliquia que esta vez había captado su interés. A simple vista era una pequeña estatua más, pero Black Cat sabía que algo mucho más interesante se escondía en su interior. ━ [b]T[/b]an hermosa como siempre... ━ Paseó el índice de su diestra, con aquella falsa garra sacada, por el vidrio que protegía a la estatua.[/i]

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