Mordió su labio inferior para hacer un puchero porque sabía que le iba a dar risa, aunque después se abrazó a él con mucha felicidad.

— Espero que no te arrepientas de quedarte con una caprichosa y empalagosa…

Ahogo una risa al ver su cara, entonces tomó la barbilla ajena elevando ligeramente su rostro.

— Concedido... Espero no te arrepientas de usar ese deseo así. —

Parpadeó un par de veces sujetando su ropa cuando el la beso, sonriendo tontamente cuando se separaron.

— A ti..

—Ese sería el segundo. —

Antes de que ella reaccionara sujetó su cintura con un brazo, así plantó un susve beso sobre sus labios.

— Te queda un deseo. —

— ¿Solo dos? ¡Eso es trampa! ¡Si me lo hubieras dicho yo habría pedido un beso!

— Perfecto, deseo cumplido princesa. Te quedan dos deseos en la lampra mágica. —

Soltó un pequeño jadeo cuando el le mordió, algo había pasado porque ahora le gustaba el hecho de que él le mordiera.

— Si…

Tomó sus hombros con ambas manos, así, dejó caer una fuerte mordida sobre el cuello expuesto.

— Justo así. —

Habría hecho lo que él le pedía, ladeando su cabeza para dejar a la vista las zonas donde él aún no había dejado su marca.

— ¿Así?

Entonces, pon el cuello