—Ella disfrutaba de su aroma, de su compañía, de su cercanía, algo que no quería que terminara jamás, lo que se manifestó en que ella le abrazara con más fuerza y determinación que antes, sentir aquella caricias en su mejilla, proveniente de esa mano le hizo suspirar, entrecerrar sus ojos por unos momentos y verse inmersa por sus sentimientos.— Cuando escapamos juntos, aún con todos esos problemas y peligros, cuando te veía me sentía normal, sentía como si todo los problemas desaparecieran y tenía la esperanza de poder sobrevivir junto a ti... Tu me haces sentir así, Leon.

—A veces la vida nos puede sorprender con cosas buenas. —le dijo en un murmullo; disfrutaba de la cercanía, sobre todo el aroma de la contraria. La mano que sostenía sus mejilla bajo con cuidado hasta su hombro, cerró los ojos sintiéndose en absoluta confianza y solamente se concentró en el dulce aroma de Claire. —Es bueno actuar como una persona normal de vez en cuando, ¿no crees? —y nuevamente ese humor acido que siempre lo caracterizaba salió a relucir.

—Abrió sus ojos por completo al ver y finalmente sentir los labios de Leon en los propios, aquellos eran suaves y era sumamente placentero para la dama de cabellos castaños, tanto que se ruborizó, movió sus labios con lentitud amoldándose a los ajenos y se aventuró a rodear al joven con sus brazos y apegarse un tanto más a el, aquella tensión había persistido durante años, incluso desde aquellos sucesos que fueron traumáticos para los dos. Finalmente abrió sus ojos azules para mirarle, sonriendo de manera un tanto tímida incluso, no se podía creer que esto estuviera pasando.— A veces esto me parece como un sueño... entre tanto caos, esto me hace pensar que aún hay cosas bellas por las cuales seguir luchando.

Su mano iba acariciando su mejilla mientras hablaba; no había parado de admirarla ni un segundo. Y cuando termino de hablar él la volvió a besar, esta vez marcando un ritmo más apresurado, dejándole ver a su acompañante que sus sentimientos eran mutuos. Termino por dar un beso en su mentón antes de volver a apegar su frente a la contraria. —No hay por que disculparse. —señaló mientras sonría torpemente.

—Cuando el joven castaño claro se separó ella se dio cuenta de lo que había hecho, aunque le dio tanta vergüenza que quiso alejarse, la frente del joven estaría unida a la suya y no pudo más que mirarle desde abajo.— L-Lo siento... quizá yo no debí... No sé que me pasó. —Nerviosamente se disculpó ante tal arrebato, sintiéndose aún como si su cuerpo se estremeciera.—

Que ella se acercara así fue inesperado pero bien recibido. Sujetó el rostro de Claire con cuidado mientras que sus labios se movían al ritmo de los contrarios; sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Tras un par de segundos de sentir el dulce de sus labios, el castaño se separaría unos pocos centímetros solo para unir su frente con la contraria.

No podía esperar menos de ti. —Dijo con una pequeña risa ahogada, más la misma se borró cuando Leon se fue aproximando a ella, abriendo sus parpados por la sorpresa, su pulso era tan rápido e inquieto, hasta que ella decidió tomar la iniciativa, tomar del marco de su rostro y así besarle sus labios al tener los parpados cerrados, moviendo sus propios labios de manera lenta y delicada.—

—Si te sirve de algo, aún no dejo a nadie atrás. —sonrió, acercó su rostro al de ella. Podía sentir su aroma y eso hacía que su corazón latiera con más fuerza pero no retrocedió. —Extrañaba verte y no simplemente intercambiar cartas. —

Tu también eres una buena persona Leon... —La química entre ambos era demasiada, si algún tercero los mirase seguro pensaría que gustaban. Claire le seguía mirando aún y no pudo resistirse al impulso que ahora además de tener su mano encima, agarró la ajena con suavidad y le sonrió.— Sé que aún después de todo lo que pudo haber sucedido, aún sigue escondido ese Leon novato que no dejaba a nadie atrás, que quería salvar a todos.

—No podía permitir que nadie más muriera. —y sobre todo alguien que desbordaba tanta vida como ella, quería decirlo pero de guardo sus sentimientos. Su mano resultaba cálida, ahora él se había ruborizado levemente pero aún así le sostuvo la mirada. —Yo… creo que aun eres muy inocente, pero eso es bueno… eres una buena persona, Claire. —y por eso la admiraba, ¿o quizá le gustaba? Su corazón empezó a latir rápido.