Sabía que su cuerpo sería capaz de resistir, después de todo, no era nada a lo que no estuviera ya acostumbrada.

No importa … lo que me hagas a mi… con tal de que lo dejes tranquilo. – La presión a su cuello y la falta de aire dificultaban no solo el habla, si no su tiempo de reacción. Seguia sin entender que hacía ese ser ahí, pero estaba claro lo que quería. Si usarla a ella bastaba para desviar su atención, aunque fuera por un momento, le daría el gusto.

Un quejido ahogado por forma en que su cuello era apretado no alcanzó a escapar ante el corte en su mano. La caída, sin embargo, si le hizo quejarse por lo bajo. Vio el corte en su mano, ¿esperaba que escribiera así? Pero alegar o distraerlo no sería de ayuda, por su amenaza era latente.

Paso dos dedos sobre su propia herida, y poniéndose de pie, fue que escribió lo solicitado en la pared. Le miraba siempre de reojo, por sobre el hombro. - ¿Con esto basta? – Sabía que no, la idea era simplemente hacerlo enfadarlo más, que saciara su sed de sangre, de violencia.

(...) La extremidad se evapora dejando que caiga en algún lugar de su propia habitación.

— Comienza a escribir « por su ayuda » o si no saldré a matar a cada habitante de este horrible pueblo por simple capricho.—

Ella sola estaba sentenciando su final. No, darle ese regalo era más un beneficio y además era necesario que ese caballero se diera cuenta de sus actos, hacerlo consiente que si no actuaba en su contra todo lo que ha protegido caería por su culpa.

— ¿Quieres decir que no te importa?. Eso es suficiente para mí. — No había activado la esencia natural de ese extremo enredado en el cuello de hacerlo su muerte por toxinas era inevitable.

Pero está aburrido desde que tomo el control sobre Alexandros y aceleró el proceso de recolección , el cuerpo físico que necesita para su descenso existe y la única pieza faltante se encuentra en el pecho de ese hombre. La construcción aumenta, toma una de esas manos rasgando con un cuchillo la piel.

Por primera vez la sorpresa se refleja en sus ojos al ver la forma claramente inhumana en que su rostro parecía rasgarse, incapaz de resistir la fuerza de su risa. ¿Qué o quién era esa criatura que le había encontrado?

Ngh. – Su mirada se fue entrecerrando a medida la presión se hacía más notoria, mas no oponía resistencia. Sabia por experiencia que eso no hacía más que alentar a aquellos que encontraban entretención en el dolor y miedo ajeno. No hizo nada ante los golpes, pero si alzo las manos para intentar que aquello que sostenía su cuello mermara un poco en su agarre. – Quizás tenga razón. - Se notaba el esfuerzo que le significaba hablar, su voz sonaba levemente ahogada. – Pero él… tampoco me conoce a mí, no lo suficiente para preocuparse… Tiene más responsabilidades, una sirvienta es algo … desechable.

— ¡Hahahahaha!. — De nuevo se soltó a reír. La parte extra hace presión alrededor del cuello dejando una marca del paso que este iba dando. — Que poco conoces a ese hombre. — Calmó esa burla agarrándose el estómago, las partes de su cuerpo se ven gobernadas por la descomposición lacerando medio rostro en un abstracto trozo carnoso al rojo vivo.

Imagen bizarra e inexplicable. Matarla es un desperdicio, reconoce al caballero como un enemigo potencial y que ninguno haya querido matarse mutuamente era un capricho. Ejercicio más presión hasta oír los bocados para coger aire mientras acerca una mano y le da golpes en la mejilla.

La sensación que causaba esa suerte de tentáculo deslizándose contra su cuello causo un escalofrío tal que recorrió todo su cuerpo, haciéndole estremecer de forma leve. Era lo suficientemente molesto como para hacerle difícil algo tan simple como entender bien sus palabras, y es que tampoco era precisamente claro a lo que se refería respecto a "ese cuerpo". Lo que sí entendió por otro lado fue a lo que se refería respecto al caballero. -

¿De verdad lo cree? Solo estaría librandolo de una carga. — Y es que era consiente de que eso era lo único qie significaba para Ethan desde el momento en que quiso comprar su "libertad".

Esperaba una reacción de pánico o algo así, pero solo obtiene el mismo rostro curioso y como era de suponer esas partes « suyas » que se extienden a voluntad hacen que el portador reciba la sensación, compuesto gelatinoso y en constante movimiento además de la viscosidad. — Hablaba de este cuerpo, venir hasta aquí ha sido un lío pero el muchacho cumplió su destino, digamos que lo mandé a dormir. — Explica lo más resumido posible tampoco es que importe que ya sepan desde un inicio « que ese Dios » está a tan poco de descender y esto implica a Ethan como su principal enemigo natural o un potente aliado si logrará quebrar su espíritu.

— Tu luces como una buena fuente para hacer cabrear al caballero.—

Su rostro se alza ante la presión en su cuello, su semblante se mantiene inexpresivo, pues no siente ninguna presión de momento. - Con palabras, sería una buena forma de comenzar. - Alzó lentamente una de sus manos para tocar aquello que se enredaba en su cuello. Era ignorante, había muchas cosas que no sabía, entendía o conocía, pero no había que ser ninguna clase de genio para saber que eso no era humano.

— ¿Qué te hace creer que pienso obedecer?. — El tono de voz, el aura, su propio existir cambia drásticamente. Levantando una nueva extensión entre sombras, el tentáculo se enreda a través del cuello mientras él solo agita los pies.

— Como te lo puedo explicar sin romperte el cuello.— Lo hacia por molestar, ya que él no se aparece por ningún lugar , torturar a su sirvienta era un bonus para alterar a ese hombre.