Le miró, pero no como se mira sin ver, si no como se mira a un padre, a un padre que se añora, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que él la había acurrucado en sus fríos brazos?, ya había perdido la cuenta, pero aún así ese gesto le calentó el corazón aún cuando ella creía que carecía de uno y en un acto infantil se abrazó al mayor.— Te extrañe mucho pére… — Asintió a sus palabras, no importaba el tiempo la distancia, las peleas, la sangre que los conectaba era más fuerte y espesa que todo eso.
Ma chère .- Oh si que Lestat era débil a los que compartían su sangre, incluso ante aquellos que había adoptado, ante la cercanía acuno las mejillas de la menor entre sus manos .-
Ustedes no pueden amar a nadie más que a mi! aun si lo intentan, Louis lo sabe por eso vive molesto y haciendo sus dramas teatrales!
— Pére… — Se acercó a él despacio y tanteando un poco el terreno, claro que sabía porque la estaba castigando pero también debía entender, el mejor que nadie sabía que la entendería.— Pére…sabes que no lo he hecho por ir en contra tuya, pero la soledad puede doler…—
— oh ma petite fille — Lestat tenía solo pocas debilidades, y sin duda aquellos que habían recibido el don por vena propia lo eran. — No hagas esas caras ! que no puedo decir que no en paz a eso!
