Sintió sus manos tensarse aún cuando su agarre fue delicado. Lo embargó una pena profunda ante su actuar, ante su vergüenza y lo que pudo haberla herido.

—No necesitas decir nada. No necesitas tranquilizarte —lentamente fue soltando sus muñecas, pero únicamente para posar una mano sobre sus cabellos azules, atrayéndola hacia su pecho sólo para resguardarla—. Descuida. No todo tiene que estar bien siempre.

@Jacques ᴱˡ ᴬᵐᵒʳᵒˢᵒ: —Il y a autant de beauté que d'horreurs dans le monde.

@Mᴀᴍᴏʀᴜ Cʜɪʙᴀ ᴰᵃʳᶤᵉᶰ: —Reconoció de inmediato la voz del azabache, pero tan sólo asintió en silencio sin atreverse a mover sus manos, a pesar de sentir la suavidad de las ajenas sobre su piel.—

Toma las muñecas de la peliazul sin ejercer presión alguna.

— ¿Viste cosas que no querías? —el azabache se inclinó a susurrar con ternura, cerca de su oído.

- Et vous priver de la beauté de ce monde?