[code][b]Nombre:[/b][c=#8C8C8C]Darcy Ekatherina Rosentock[/c] [b]Edad:[/b][c=#8C8C8C]Aparenta 20 años[/c] [b]Signo:[/b][c=#8C8C8C] Cáncer[/c] [b]Ocupación:[/b][c=#8C8C8C] Estudiante de fotografía y novia de Rob Rob[/c] [b]Alguna curiosidad:[/b][c=#8C8C8C] Es la Némesis de Leo (Edward)[/c][/code]
[code]Darcy, hija única de una familia bien acomodada de Estados Unidos, Nueva York. Siempre se le consideró como una chica dulce, tierna, de cabellos castaños, vivo retrato de sus padres y siempre educada con valores y criterios dignos de una jovencita estereotipo. Desde su infancia siempre mostraba ser risueña, sonriendo a cada momento del día, incluso cuando algo iba mal, tenía la costumbre de animar a todo aquel que se acercara con ella para pedirle consejo o, peor aún, con intenciones de aprovecharse de ella.
Sus primeros años de colegio fueron buenos, tenía varios amigos y convivía de la mejor manera y sin ser una niña problema. Sus calificaciones iban en incremento, tanto que recibía algunos reconocimientos y medallas por ser una alumna destacada. Todo ese mundo color de rosa se fue marchitando, pues su padre había sido despedido de su trabajo y se vieron en la necesidad de mudarse a una nueva ciudad del país, a Tenessie. El cambio de aires, de colegio no podía ser un gran reto para Darcy, al menos es lo que ella esperaba. La pequeña tenía una característica y es que todo su rostro tenía muchas pecas y lunares, además que sus ojos siempre resaltaban por ser algo grandes o pequeños con su sonrisa, rasgos que hicieron que sufriera de acosos y bullying en su nuevo colegio. No aceptaban que fuera completamente diferente, en especial por su afán de siempre ver el lado positivo de las cosas y ser tan aplicada en todas sus materias. Nunca mostraba aquellos problemas a sus padres, por lo que cada noche lloraba hasta quedarse dormida, rogando para que no amaneciera para volver a su tormento.
Sin importar el acoso, Darcy siguió siendo aplicada, siempre mostrando su inteligencia y con personas cercanas a su familia dejaba ver una radiante esencia positiva. Cuando salió de la preparatoria, el espíritu Cáncer había observado detenidamente los movimientos de la pequeña, escogiéndola como recipiente una de las tantas noches que se veía a Darcy llorando en su habitación y tomando las medicinas que había recetado su psiquiatra para mantenerse estable. No se apareció en sueños, tampoco en visiones, sino directamente explicándole que todo iría bien, que por fin podría encontrar una paz y podría seguir siendo aquella chica que siempre deseó ser cuando entrara a la universidad. En ese momento, Darcy se convirtió en el recipiente del signo Cáncer. Su fascinación era la fotografía, y es por ello que entró a la universidad para poder comenzar uno de sus grandes anhelos. [/code]
