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{ Blood line }

Le resultaba extraña la sensación de tener más familia. Toda su niñez había sido ella, ella contra el mundo y nadie más; después conoció a su esposo y la vida le supo harto distinta. Sin embargo, tras los acontecimientos recientes, el saberse a cargo de una responsabilidad tan grande como era un reino - pese a estar rodeada de más gente - la hacía sentir pequeña y sola.
 
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Nerghaalo · 31-35, M
yo mismo tuve que privarlos de su primera vida para conseguir un ingrediente complejo de obtener, el alma mortal no es algo que un cuerpo que encuentras a mitad de la nada tenga… Como sea fue durante ese tiempo que aprendí que un cuerpo reanimado con un alma es más fuerte que uno que solo regresa a la vida como un títere de carne, por ello es que tan peculiar ingrediente que he encontrado en tu reino es justo lo que necesitaba .— Admitió seguro de sus palabras aún absorto en los resultados de sus estudios, sabía de alguna forma que ella entendería de sus obsesiones, pues en el fondo de su ser comprendía que eso que muchos llamaban “locura” en él no venía solo de su madre, sino también del padre que ambos compartían.
Nerghaalo · 31-35, M
Dijo con el orgullo y la fascinación propias en él, se había esmerado en eso no había duda, más de lo que había hecho con cualquiera de sus “horrores” como las personas le llamaban, y si bien aquellas criaturas creadas no tenían un aspecto humano si no el de bestias con partes mecánicas había algo en ellos que recordaban los seres usados para su creación, restos humanos unidos cuidadosamente por los conocimientos en ingeniería mecánica y biotecnología del nigromante, combinados con la más oscura de las magias y reanimados con su talento puro como nigromante, pero faltaba algo, un ingrediente que peculiar que hasta ahora se había escapado a su control pero en el reino de su hermana por fin había podido conseguir. Llevó la mano a su bolsillo encontrando aquel ingrediente cautivo en un cristal que mostró a su hermana… .— Hace tiempo en un viejo pueblo europeo conseguí sujetos de prueba peculiares, si debo de admitir un crimen lo haré porque fue en beneficio de mis estudios,
Nerghaalo · 31-35, M
un grupo de al menos cinco figuras de cerca de tres metros de altura que eran mezcla de cuerpos infernales y partes de máquinas que el rubio se detuvo, aún no estaban reanimados por completo, pero eran los contenedores perfectos para la fuerza de avanzada de su hermana… — Deseaba mostrarte hermana el inicio de tu ejercito, no te dare solo bestias sin cerebro que cumplan tu voluntad sobre la tierra, te daré lo mejor que mi trabajo pueda ofrecer… Te daré todo lo que mis conocimientos humanos y los conocimientos que no lo son puedan crear.—
Nerghaalo · 31-35, M
ante una reina y sobre todo la mayor mecenas de su trabajo hasta ahora, y había aprendido que aquellas demostraciones no sentaban del todo bien en las personas.

Sus palmas chocaron y el movimiento de la mano se detuvo regresando el rigor mortis a esta y quedando de nueva cuenta en la mesa, sin embargo él rubio tenía una sonrisa mientras veía a su hermana fijamente, — No debes preocuparte por nosotros, este trabajo evita a veces que el apetito nos llegue, por cierto, hay algo que quiero mostrarte, algo diferente, algo peculiar… Se puede decir hermanita que es mi regalo de agradecimiento para ti.— Dijo dando media vuelta y de forma cómplice levantando su mano diestra para indicarle que le siguiera a otra parte de aquel lugar destinado como taller, no era una distancia grande pero la diferencia era notoria, lejos de los cuerpos, la sangre y el olor a muerte en el interior de aquel taller había algo distinto, era aceite, vapor y electricidad lo que rondaba en este y fue ahí delante de
Nerghaalo · 31-35, M
— Además el aroma no ayuda en absoluto, con el tiempo te acostumbras, incluso dejas de sentirlo por momentos, lo que la mayoría ve como restos para ti son piezas de una maquinaria compleja, de hecho a su forma cada cuerpo es una obra increíble de ingeniería, si solo se tratará de devolver vida y movimiento a un cuerpo nuestro trabajo sería sencillo, tan simple como chasquear los dedos y a nuestra voluntad la carne se levantaría y se uniría a otra para moverse a nuestra voluntad, a tu voluntad.— Mencionó tras la separación de ambos y dando el prudente espacio entre ellos, sin embargo había algo en sus palabras la llama de la curiosidad o un leve destello de locura que bien podría haber heredado de su madre, incluso pese a ver a su hermana directamente a los ojos lo único que podía pensar era en su deber, chasqueo los dedos y como lo anticipó la desmembrada mano adquirió movimiento a voluntad de este, pero lo detuvo pues debía volver a la realidad, estaba ante su hermana pero también
Nerghaalo · 31-35, M
— Si estuviéramos arriba tendríamos los ojos de tu reino en un trabajo que aunque tú admires se considera prohibido incluso para algunos de la clase de tu padre. — Se apresuró a contestar aunque no en un tono seco como sería a un extraño si no en uno familiar, uno que solo usaba con dos personas en su vida hasta ese momento, la primera habría sido su madre cuando la locura le permitía hacerse cargo de sus hijos como debiera y la segunda con su hermana gemela cuando existía cierto nivel de confidencia entre ambos, su argumento era genuino y la preocupación también. Entre los humanos su trabajo era no solo una blasfemia imperdonable si no también algo poco natural, entre los demonios era una herramienta y ellos lo veían como una forma de obtener sus fines pero tampoco parecían realmente dispuestos a comprometerse con tan peculiar, “arte”.
C1562125 · F
especializaba en revivir a criaturas de su mismo nivel y eso le frenaba demasiada energía. Similar a la vez que revivió a un ángel caído de nombre "Sora".

— Piensa en mí como una hermana a la que le cuentas tus orgullos, por favor evita verme como una jefa.
C1562125 · F
— De verdad quiero apoyarlos y conocer sus avances, de ser posible. — Ella era la reina, no tenía que dar explicaciones por un proyecto que originalmente había sido pensado y planeado por ella misma; aún así sentía la imperiosa necesidad de recordarse a sí misma que ellos eran más que peones en su tablero y también quería hacérselo saber a toda su corte demoníaca que miraba con malos ojos a los mellizos, alegando que su naturaleza humana los hacía impuros y una molestia. Algunos incluso se molestaban con Chordeva debido a que les otorgaba más poder del que el resto de linaje puramente demoníaco tenía.

Podía adivinarse entonces que la situación era tensa y aunque ella mandaba callar las imprudencias de los suyos con una mirada fúrica o un ademán con la mano, deseaba que jamás se pusiera en duda el cariño y admiración que sentía por el trabajo que ellos hacían bien. Ella, por su parte, era una nigromante también pero no poseía ni una pizca de la creatividad de los mellizos; además, se
C1562125 · F
Un suspiro escapó entre sus rosados labios como preludio a la separación con el cuerpo de su hermano y así - casi de un modo poético - perdió el calor que el cuerpo humano poseía y dejó de escuchar los latidos del corazón del nigromante. Desde hace mucho tiempo no percibía un ritmo tan tranquilo en un habitante de Malebolge.

— Quisiera saber si requieres algo. Sé que son muy adictos a su trabajo y que es probable que no tomen un tiempo libre para beber, comer o salir al exterior. — Al decir todo ésto fue tomándolo de ambas manos mientras su mirada amielada se clavaba en la de su hermano - y que por cierto no se parecía en nada a la suya -, expresando preocupación genuina. No solamente los consecuentaba por el papel tan importante que tendrían en la futura guerra.
C1562125 · F
En sus brazos parecía que el tiempo se detenía y la paz momentánea le inundaba el pecho con una falsa sensación de tranquilidad. La guerra estaba cerca, tal vez demasiado, y aún así ella saboreaba días mejores gracias al cariño que sus hermanos le ofrecían; eran su nueva fuerza, su impulso para continuar y, había que admitirlo, su mejor arma.

— Sería mejor si estuvieran arriba, los visitaría más seguido. — Comentó tras esbozar una sonrisa que merced a la posición él no pudo notar. Fue en ese momento que sus ojos se abrieron de a poco solamente para encontrarse con todo el material de trabajo que había esparcido en el escritorio; era bastante escalofriante pensar que la duquesa se encontraba gozando de una reunión familiar aún con un cadáver en la habitación y ese tenue olor a descomposición que solamente era rebajado gracias al fuerte aroma que el formol emanaba.

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