Jamás río por mis tonterías

— Debes de admitir que por dentro te ríes de mis boberías

Lo dudo, pero aún así te mantengo conmigo

— Amplio tu mente, Aluxito

Siempre has de decir algún cosa extraña

— Cuando me tocas así me siento más perro: domado y leal. —Su fastidio fingido se vio acompañado de una sonrisita ladina de burla.— Opuestos. Como dos polos. Quiero ser el sur porque voy abajo. [?]

Eres un perro muy desastroso, eso es verdad - le hizo pat pat a Doitean- tal vez por ello solo yo me entiendo contigo

— Sí, eres un felino. Independiente, único, le disgusta que le acaricien o solo permite a poco hacerlo. En tu caso a uno y a veces, a mí. Yo soy un perro: ruidoso, desastroso y llamando la atención a toda costa. Pero leal de pies a cabeza.

¿Un perro? No lo había pensado de ese modo, aún que si me había pensado a mí como un felino

— Contigo es mi corazón el que habla. — En un suspiro se acercó a ellos, agachándose a lado del perro. Su mano recorrió el suave pelaje de este— Siempre he pensado que tú eres como un gato y yo como un perro.