¡Jajaja! Esa pelea acabaría en nosotros riendo, como siempre. —El roce de labios al hablar llegó en cuanto Dóitéan pegó sus frentes. Esa intimidad era adictiva, casi embriagante.—

Jajaja hazlo y juro que te golpeare..- Pese a sus palabras le rodeó la cintura acercándolo a su cuerpo- y yo a ti, eso lo sabes.

No lo diré más. Lo prometo. Ahora te llamaré... "cielito". —se burló, acercándose a su novio para rodearlo con ambos brazos.— Alux te adoro.

Entonces deja de decir que soy solo tú mejor amigo, me jode que lo hagas por que te amo y eso lo sabes.

—Esta ocasión, por lo directo que fue Alux, su sonrojo fue notorio y repentino. Incapaz de ocultarlo, Aries pretendió buscar en el refrigerador. Su corazón latía a mil por hora.— Yo... Te deseo a ti.

A ti, pero eres idiota y no lo entiendes...ya se me fue el apetito...

La comida no llegará mágicamente a tus manos. — La burla sonó con peor intención de la esperada gracias al inexpresivo tono de Dóitéan. Empujó con el hombro a Alux, parándose frente al refrigerador.— Te prepararé algo. ¿Qué deseas?

- En la cocina Alux miraba el Interior del refrigerador manteniendo la puerta abierta sin tomar nada, solo mirando el interior-

Eres un idiota, Dóitéan. ¿Dónde quedó tu maldito orgullo? —Se preguntó a sí mismo cuando segundos después en un arranque de idiotez y posible falta de autorespeto, siguió a Alux hasta la cocina.—

-. Pensó en darse la vuelta y tomarlo, pero estaba molesto con el idiota de Dóitéan, así que prefirio ir a la cocina por algo de beber-