-Ya le dije, usted tiene obligaciones importantes que cumplir, yo le esperaré el tiempo necesario.

*El joven mantenía su sonrisa, demostrando lo cómodo que se sentía en aquella relación con el otro. No importaba tener que esperarle siempre y cuando luego pudieran verse*...

-La espera aumenta mi ansiedad de verte...Jejeje...

No te preocupes. Tuve un tiempo libre en la noche y pude hacerlas. No te sientas culpable que lo hice de gusto.

-Desviando sutilmente su mirada hacia el costado, acomodó su mano derecha sobre su propia nuca para rascar la zona con algo de nerviosismo.-

Lamento si no hablamos seguido...

-Oh Maxie...con todas las obligaciones que tienes haberte esmerado tanto...me siento culpable...

*Riendo tiernamente, para luego poner una sonrisa risueña*...

-Eres un encanto de chico...me tienes loco...

-Estaba muy feliz que al albino le haya gustado su regalo. La realidad era que le había costado bastante para preparar los malvaviscos y más por el hecho de que falló 3 veces antes.-

Algo así. Valió la pena las 3 horas en la cocina.

*Se sorprendió enormemente al ver aquello y sus ojos le brillaron. Aquellos dulces eran sus favoritos y ver el esmero que había en ellos , le hizo saber cuanto cariño había en ese presente. Los tomó y contempló con los ojos un tantos brillosos por la alegría*...

-Gracias, Maxie, es muy hermoso, debió haberte llevado mucho tiempo...

-Esas palabras fueron el detonante para separarse muy apenado y con sus pómulos enrojecidos.-

Yo... te daré tu regalo.

-Diciendo esto en tono apenado, se separó por completo y fue hacia la cocina a pasos entorpecidos de toda la hermosa situación. Tan solo unos pocos segundos bastaron para volver con un ramo de dulces.-

Toma, son malvaviscos con chocolate. Los hice para ti.

-Maxie, gracias por darme esta oportunidad de poder ser feliz contigo.

*El joven de cabellos en picos le informó de forma tierna, mientras se sentía en una nube de enorme felicidad y positivismo al igual que el otro, no podría realmente sentirse mas lleno*...

-Estaba tan cómodo y sumergido en sus pensamientos positivos que se mantuvo en dicha posición por un rato más, disfrutando de las caricias con un ligero rubor en su rostro.-

*El joven se hallaba muy feliz al ver a aquel joven. Tanto que le sería difícil borrar aquella sonrisa de su rostro, le mantuvo en sus brazos por un rato, acariciando sus cabellos de forma cálida*...

-Ahora si estaba totalmente apenado y perdido causa a tales hermosas palabras, aunque solo se limitó con asentir con la cabeza, sin cambiar de posición.-