Ella vivía en unas lejanas montañas, lejos del contacto con las personas, solo tenía la compañía de los animales del bosque que rodeaban esas cordilleras. Era un día tranquilo o al menos eso pensaba, mas un fuerte estruendo cerca de su humilde morada interrumpió su meditación. ¿Quién podía llegar hasta ese lugar tan lejano y adentrarse sin que hubiera podido sentir su presencia? Ni siquiera tuvo tiempo de activar su magia y disfrazarse.
Salió a pasos presurosos para encontrarse con aquel desconocido, ¿acaso era un demonio? No, imposible, esa presencia no pertenecía a un demonio o un fantasma pero tampoco podía ser descuidada y bajar la guardia.
━━ Disculpe... ¿Quién es usted y que hace en mi humilde casa?
La joven mujer observo con detalle pero no encontraba forma en el ser que estaba presenciando, ¿acaso era una divinidad? o ¿tal vez un monstruo que nunca imagino ver? Mantuvo una distancia prudente, esperando que al menos su pregunta fuera contestada.
Sostiene el dije con ambas manos, a la vez que escucha sus palabras y recordando lo que menciono su hermano hua cheng. Aparta la mirada del objeto para verle a él. -
Lo cuidare, dudo mucho que haga algo malo con este dije se escucha que es algo muy importante, por eso gracias.