Estaba poniendo todo su esfuerzo para que la chica no notara como de apoco se desmoronaba sin remedio, dándole el tiempo suficiente para que saliera de la habitación -No te apures.... la casa es muy grande y... -Pero al sentir como esta se acercaba le puso nervioso, volteando por inercia un poco su rostro para evitar mirarla hasta que dijo esas amables palabras, mismas con las esa pequeña culmino de destrozar su fachada.
-L... lo siento Rose... - Las lagrimas emanaron de a poco por sus ojos sin poder evitar su flujo, comenzaron por abrirse paso por su rostro hasta derramarse por su barbilla -Yo... yo... - Intento encontrar su pañuelo en su saco pero no lo consiguió, dejándolo expuesto y con sus sentimientos a flor de piel ante ella.

Su expresión le hizo sentir una opresión en el pecho, la forma en que intentaba ocultar sus emociones pese a estar sufriendo evocó en ella su lado más empático y sensible, tuvo que contenerse para no dejarse llevar por ello -E-estaba recorriendo la casa un poco, perdóname, no quería interrumpir nada- Comenzó a decir y tenía planeado irse pero sus pies se movieron solos y por instinto se acercó hasta el albino, se dió cuenta ya cuando lo tenía demasiado cerca -¿Quieres... Un abrazo?- Finalmente preguntó en voz bajita, nerviosa, no quería ser molesta pero tampoco deseaba dejarlo solo.

La amargura y los recuerdos de apoco se instalaban en su cabeza como avispas molestas y enfurecidas, doblando sus recuerdos y voluntad hasta el punto de sentir que estaba por quebrase, sin embargo realmente le tomo por sorpresa la pequeña chica al entrar pues no escucho ni sintió su presencia -A... pequeña Rosa... si claro que si-

Trato de ocultar lo mejor que pudo su tristeza, esperando ser convincente pero sintiendo el dolor como una daga aun en su pecho -Lo siento, sencillamente no te esperaba ver así... ¿Te has perdido?-

No se suponía que interrumpiera al mayor pero iba pasando y su rostro afligido le hizo detenerse, aunque lo conocía poco Bastian le parecía una persona fuerte y admirable así que su preocupación se disparó cuando vio esa expresión.

-Disculpa... ¿Estás bien?- Preguntó desde la puerta.