-Aún si no estuvieras aquí me habría despertado, hace mucho que no puedo conciliar el sueño de corrido por toda la noche, pero está bien, te concederé mi compañía, porque soy benévola- No era una sorpresa para nadie que los hábitos de Cetus eran un desastre tal como ella misma. En lo que encendía el fuego se encargó de cortar el extremo correspondiente de su puro y finalmente lo acercó a la cerilla que le ofrecía para encenderlo, dándole una buena calada antes de exhalar el humo -Uhhh... Que bueno está esto- Admitió con cierta sorpresa y una sonrisa.
-Seguro ese idiota se pensará dos veces antes de meterse contigo de nuevo- Cruzó una pierna sobre la otra, aún sentada sobre el escritorio de madera, había hecho a un lado los papeles sobre el mismo junto con las otras cosas que pudieran haber -Aún así, sido diciendo que me gusta esa expresión, es interesante-
-No... No es un lado que me guste mostrar ni siquiera a mi mismo... Solo esta noche un canalla quizo pasarse de listo y... Digamos que no lo consiguió- Miro como sus graciles dedos tomaban uno de sus finos y caros abanos pero no la detuvo, al contrario esa noche se sentía especialmente disperso y con ganas undirse poco a poco en lo profundo de sus vicios, sacando su caja de cerillas especiales para poder prenderle el suyo a la menor.
-Lamento despertarte así, no quería pero necesitaba calmarme o quizás podría romper algo o a alguien... Te regalo uno en compensación, solo por esta noche... Me gustaría que te quedes-
—¿Así que tienes un lado inmoral? Me gustaría conocerlo— Inquirió con ese tono sugerente que casi siempre tintaba sus palabras y sin mesura alguna se sentó sobre el escritorio del mayor, robándole uno de sus puros —Porque si, no puedo dormir y me aburría en mi cuarto, como ví luz en el estudio vine a ver quién estaba por aquí—
—Odio admitirlo... A veces algunas situaciones o personas llegan a sacar mi lado más... Inmoral— Tomó un puro de su estuche sobre la mesa— ¿Por qué estás despierta a estas horas tan altas de la noche?—
