Sostenía su trasero para hacerlo "rebotar" levemente y después de haberlo escuchado protestar, se subió la falda, girándose para verlo con una sonrisa traviesa— Sólo no querías que olvidaras... Buena suerte con tu reunión~ —Y para empeorar la situación, se había acercado a besarlo en los labios, aunque pudiera escuchar los pasos de su padre acercándose en el pasillo— ¡Fue un gusto hablar con usted! Espero su esposa esté bien. —añadió justo a tiempo, cuando su padre ingresó a la oficina—

– Los esporádicos momentos de tensión que ella le hacía pasar y que, juraba, algún día serían la muerte de él. – Entendí, cariño. ¿Podrías taparlo antes de que nos vea tu padre? – Al gato y al ratón.. Y al perro se pasaban jugando. –