Se alegró mucho de ver a Haru, por lo que el beso fue bien recibido por la muchacha. Los delgados brazos rodearon el torso del asiático, dejando las manos en su espalda baja, mientras sus labios correspondían gustosos el beso, conteniendo una sonrisa, hasta que ambos cayeron en la cama.
—Haru... te eché de menos. —susurró en un tono dulzón, acariciando sutilmente su espalda, con la mirada perdida en sus ojos azules.
[code]–Y en cuanto la puerta se abrió, el chico sólo terminó de abrirla al abordar a su pareja sin más, tomándola de las mejillas con ambas manos y asaltando los dulces gajos de su princesa con un intenso beso.
Avanzó paso a paso, haciéndola retroceder, tropezar con el borde de la cama y acorralarla sobre esta.–
