— Rodeo el cuello de este con sus brazos, dejando que los labios de este besaran los suyos, solo pudo pensar en la vida que ahora le esperaba junto a este, no iba a pensar demasiado, solo iba a dedicar su vida a este, cerró sus ojos por un momento cuando decidió apoyar su cabeza en el hombro de este.

—Tu sangre para mi es suficiente — Murmuró por lo bajo, tenía que admitir que su cuerpo parecía sentirse pesado, tal vez era el hecho de haber estado tanto tiempo inmóvil sin poder moverse, pero debía de admitir que Caín era realmente osado y terco, cosa que le fascinaba cada vez más.

Negó a su interrogante, aun no era capas de decir palabras concretas, dando con esto por hecho que la situación que en ese momento se daba era difícil de creer, incluso sus besos se sentían como un bello sueño, temeroso de despertar en cualquier momento. Solo asta que el ligero dolor que aquellos colmillos provocaban al encajarse en su piel disipo toda credulidad.

Luego de que ella se separo limpio con su lengua todo vestigio de sus sangre de aquella comisura, le preocupaba que su sangre le provocara envenenamiento, pues a su edad su sangre ya no servía para alimentar a otros, su sangre ahora era veneno para cualquiera menos para ella al parecer. —¿Es suficiente? En mi castillo tengo sangre mía que tiene un mejor sabor que esta que corre por mis venas — Se levanto con ella aun en sus brazos y tras besarla en los labios se dirigió a la salida.

— Sentir los brazos de este rodear su cuerpo le hizo comprender la razón del porque seguía con vida, solo pudo apretar sus labios, alzando con cuidado sus manos para así posar las mismas en la espalda de aquel hombre, ese que tanto amo y que hasta hoy sigue amando con todas sus fuerzas.

— Tu jamás te rindes.... ¿Verdad? — Cuestionó con voz suave a la vez que intentaba acomodar su cuerpo en el contrario contar de tener mayor comodidad alzó la mirada para después dedicarle una sonrisa, tal vez él no podía expresarse y ella tampoco, pero esa sonrisa lo decía todo, acaricio aquel rostro con sutileza para poder mirarlo bien, quería apreciarlo, no dudo en besar su mentón, luego su cuello, abrió su boca y sin aviso alguno clavo sus colmillos en el mismo con el fin de alimentarse, tras unos largos minutos tomo distancia de este, la comisura de sus labios yacía manchada con unos pequeños hilos de sangre.

— Tenía, y tu sangre me alimenta más de lo que imaginas — Murmuró apenas.

Pensó que sería otro día más en el que ella no despertaría, se iría decepcionado y saldría de ese lugar de vuelta a su solitaria vida, esperando el mañana para volver a este sitio, pero cuando se giro escucha esa aterciopelada voz inconfundible, sus ojos se abrieron por completo ante la sorpresa de oír a su aun amada mujer.

Luego de asimilar lo que estaba pasando se giro entorno a ella viéndola despierta, enmudeció pero su sorpresa no evito acercarse a ese gran árbol con urgencia, cuando estuvo a pasos de ella la tomó entre sus brazos trozando las ramas y flores que adornaban su bello cuerpo. —Blue—

Lo que sentía en ese momento era demasiado grande, sin embargo no pudo llorar aunque lo hubiese querido, pero sin duda alguna estaba feliz de verla despierta.

—Al fin despiertas. . .—

Su sonrisa que hubiese aparecido en ese momento dejo claro lo feliz que estaba de verla, la envolvió con sus brazos sin perder esa sonrisa sincera que mostraba una enorme dicha.

— Tan apacible es su sueño, su piel pálida y sus cabellos azulados marcando su fino rostro, la punta de sus dedos se movieron con suavidad, al igual que su rostro por un leve segundo, estaba segura que muy a lo lejos podía escuchar la voz de alguien familiar, sus labios se entre abrieron apenas como si intentara llamar a quien parecía conocer muy bien, sus párpados se abrieron con lentitud dejando que sus ojos vieran al fin una pequeña luz, cerro los mismos al sentir que esta le molestaba – Mmmh...— Se quejo por lo bajo sus manos intentaron moverse pero le fue imposible, podía sentir su cuerpo pesado, eh inclusive aunque pensara que debía haber muerto parecía que la vida no le daría aquella dicha jamás.

— Recordó aquella voz, abrió nuevamente sus ojos esta vez enfoco su mirada en aquellas flores que parecían adornar su cuerpo y brazos, fue cuando movió su rostro un poco más encontrando allí a quien alguna vez la amo, protegió y lastimo pero aun así jamas pudo odiarlo.

— Caín...—

Se rehusaba perderla, esa noche cuando la encontró inerte en sus brazos y lloraba sangre, llevándola a su edén; un paraíso que había creado para ambos.

—Blue. . .— Cada noche que bajaba a verla repetía su nombre esperanzado a que llegara el día en que ella respondería su llamado. Su impotencia crecía a medida que los días pasaban , siempre observante entre suplicio y tormento, mientras ella; el amor de su vida permanecía recostada entre las ramas de un brillante e inusual arbol.

Ella lucia tan hermosa incluso en un perpetuo sueño, encontrando él consuelo incluso en esas condiciones, con la certeza de jamas despertaría, sus esperanzas se habían defuminado con el tiempo hasta desaparecer, luego de intentar desperadamente despertarla sin éxito con su propia sangre y la savia de ese arbol, su corazón latía débilmente pero su sueño era profundo, solo podía lamentarse y culparse por ellos cada día. —Lo siento tanto — Se disculpo aquel que evocaba la desesperación.