— Viví más siglos que cualquiera en soledad, me hubiera gustado conocerlos en mejores situaciones que encerrada en un infierno... Mi querida Yellow... Tal vez en un futuro tengamos la fortuna de ser amados sin importar que, si eso pasa seremos realmente afortunados ¿No es así? — Preguntó con una sonrisa sin desviar la mirada de aquellos ojos, jamás podría romper las esperanzas de su pequeña.

Lo sé, lo siento... Quisiera entender más cómo piensan las personas, cómo sienten. No quiero pensar que nunca podré ser querida como alguien...normal. — La pregunta de Blue hizo eco en su mente «¿Alguien nos amaría con nuestros traumas?» Le inquietaba pensar en eso. Yellow negó con la cabeza. — Está bien, quizás no haya una respuesta segura de todos modos...

— No lo sé... Al principio nunca estas segura, pero esta pregunta se la estas haciendo a alguien que vivió encerrada en un laboratorio por muchos siglos, desconozco mucho sobre el amor o gustar... Además ¿Alguien nos amaría con nuestros traumas? — No pudo evitar mirar la fruta, solo recordaba dolor en su vida, y si intentaba recordar un poco más allá, no lograba recordar su vida como humana, cerró sus ojos por un momento para después abrir los mismos nuevamente — No puedo darte una respuesta certera.

Yummy. Adoro el mango...¡Gracias! — Comía despacio varias de las frutas, entre ellas su fruta favorita. Sunny aprovechó que estaba a solas con Blue para hablar con ella, tenía dudas tipicas de una joven inexperta. — Uh...Mamá, ¿Cómo estás segura cuando una persona te gusta? Cuando te gusta de verdad.

— Si compre muchas frutas, podemos ir a la cocina por ellas — No dudo en tomar su mano para poder llevarle hacia la cocina, allí pelaría algunas para dárselas.

Sí lo hice pero aún tengo hambre... —Confiesa algo apenada y le sonríe suavemente a la mayor — Madre ¿Tienes frutas?

— Eres tan encantadora — Dijo sonriente a la vez que dejaba, una caricia en su espalda — ¿Has comido ya?

¡De nada! Es la verdad. — Le sonríe amplio dejándose mimar para después abrazarle—

— No dudo en acercarse a ella tomando su rostro entre sus manos — Mi pequeña y adorable Yellow... Muchas gracias — Besa sus mejillas, aunque no sea su hija la quiere y ama como tal.

Madre, siempre luces tan preciosa ;//; —Yellow le admiraba mucho, tanto que aún la llamaba así. —