— No dudo en dejarse guiar por este a la vez que relamía sus propios labios, ya podía imaginar todo lo que estaba por ocurrir.

Más que satisfecho por la respuesta tomó a su mujer por la parte trasera de la cintura y se dirigieron hacia la habitación de ambos.

—Bien, adelante..

— Permitió que este tocara todo lo que quisiera sin oponerse a este, beso aquellos labios dando una mordida al mismo para después asentir con suma suavidad — Estoy a favor

—Esta vez te luciste... —dijo paseando sus dedos por las piernas de ella, tentado a tocar más allá de ello—, deberías estrenarlo conmigo en otro lado.~

— Yo siempre te espero — Respondió de lo más calmada a la vez que terminaba de ponerse aquella media para después deslizar la punta de sus dedos por su piel.

—¿Me esperabas?

Dijo apareciendo en el marco de la puerta con una sonrisa pícara.