Muestras gratis —Bajo la mano por ella para dejar sus dedos deslizarse entre las piernas de su chica comenzando no solo a tocar para ver si estaba mojada, también a frotar lentamente para provocarla más.—

-Un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo por aquel simple soplido frío en su cuello, sabía cómo provocarle y adoraba eso.- Si quieres saber si me mojé o no... Puedes tocar ahí abajo. -Le miró con una sonrisa coqueta separando las piernas solo un poco y así poder jugar con él de alguna forma.-

Pero no lo niego — Tomo aire para soltar un soplido cerca del cuello de su pareja, como un viento helado que esperaba erizará un poco la piel ajena mientras su cuerpo se inclinaba a dónde ella quedando ligeramente sobre la albina.— Pero a ti te gusta que esté enfermo y eso es peor, tiemblas con saberlo es más podría apostar que te mojaste y todo.

-No dudó ni por un segundo en corresponder a su beso, sabía y extrañaba sentir aquella fría unión, se sentía tan bien poder tocarle una vez mas, posó ambas manos en las mejillas del chico para aferrarse más, hundió un poco sus uñas en la blanca piel ajena haciéndole algo de daño pero sin sobrepasarse. Como siempre el calor de su cuerpo iba subiendo poco a poco haciendo también que su saliva volviese a derretirse, su mirada volvió a los ojos ajenos cuando este se separó y le mostró la lengua.- No puedo evitar que me gustes tanto, eres un enfermo de mierda.

Bueno, me está dando hambre entonces — hizo una pausa para buscar el los labios de su chica, su lengua revolvió la de ella jugando con la saliva entre ellos al punto de lograr congelar ligeramente el fluido pegando su lengua a la ajena unos segundos y volviendo a lo que para a el era una temperatura normal derritiendo lentamente la ligera capa de hielo y separando su rostro mostrando su lengua.— vamos a la habitación que quiero eso de dejar mi rostro entre tus piernas.

Ah... -Al sentir el frío cuerpo de su pareja soltó un ligero jadeo casi insonoro, luego un pequeño sonrojo se hizo presente en sus mejillas al recordar lo que hacía con su pareja todos los días.- Soy totalmente tuya.

Si, lo sé — No tenía la menor duda de eso seguía manteniendo su actitud segura de siempre dejando que le mordida, le pego de vuelta a el abrazandola mientras su temperatura comenzaba a bajar.—

Yo quiero lamer cada parte de ti... -Una sonrisa divertida y juguetona se posó en sus labios antes de morderle suavemente el labio inferior a su pareja.- ¿sabes que te ves muy bien?

Tengo mejores sitios para que lamas — Su costumbre por molestarla no se iría aunque en realidad le gustaba la cercanía que habían alcanzado ya, le abrazo de vuelta y la pego a el.— Tu eres mía.

Estoy enferma por ti... Además... Sé que lograrás que sea placentero de alguna u otra forma. - Susurró nuevamente de forma coqueta y luego le dio una lamida en la mejilla.- eres mío.