[code]- Al percatarse que se trataba solamente de un conejo, qué al parecer se había perdido de su madriguera, el cual por por cierto era casi un recién nacido, le tomó en brazos, el tierno animal temblaba de nerviosismo y preocupación, además de tener un color peculiar, era negro y sus ojos también eran profundamente negros. Sin más entonces volvió al árbol dónde recientemente estaba dormida y con el animalito en brazos comenzó a dormitar.-[/code]
[code]- Era una noche bastante oscura y fría, Lux jamás se imaginó verse envuelta en una situación así, al menos no en ese momento, en la cual estuviera perdida completamente en el bosque, por suerte tenía sus habilidades que la acompañaban en todo momento. Se encontraba reposando bajo la sobra y cobijo de un árbol, al no tener más con que protegerse. Su báculo mágico que estaba a un lado de ella, brillaba con tenuedad para darle un poco de luz entre tanta oscuridad, la cual le asustaba demasiado. Aún así, con toda esa incertudumbre, la joven rubia había logrado conciliar el sueño, sus ropas eran hasta cierto punto sencillas, un traje completo ceñido al cuerpo azul marino, y una armadura que la protegía, aunque la misma sólo constaba de pecho y caderas, así como sus largas botas, todo era de platino puro, ello la protegía de cualquier ataque que pudieran realizar en aquellas zonas, al menos. Entonces, se despertó, por un extraño sonido entre los arbustos, no podía imaginarse si quiera de que se trataba, únicamente como soldado ante el sonido de la trompeta, se puso de pie rápidamente, tomando por obvias razones su báculo, para aproximarse lentamente al lugar de dónde provenía el sonido.-[/code]
