— Si el poder se te sube a la cabeza tan seguido, podrías estar en un gran, gran peligro.
Asombrada por el portal que anteriormente había abierto el líder de Hambruna, aplaudió unas cuantas veces.
— Increíble. Digno de un jinete. Admirable.
Mencionó la emperatriz, haciendo un ademán con la cabeza al pelirrojo. Vio una vez más al mago y respolo.
— Hay criaturas tan antiguas como nosotros que los escritos actuales no tienen tqntq información de nosotros, pero nuestra biblioteca cuenta con las bitácoras de los wurm desde el primero hasta la generación de mis sobrinos e hijos.
—La verdad es que ni siquiera soy el mago anónimo.— Pegó un suspiro, antes de quitarse la capucha y las telas que cubrían su rostro. Dando a conocer a un joven de cabello castaño ligeramente encrespado, cuyo rostro reflejaba un enorme sentimiento de vergüenza. —No soy ese mago, soy su hijo y aprendiz. Tomé uno de sus atuendos y su bastón, creyendo que así tendría todo su poder. Pero sus habilidades son más que eso.—
— No todo se trata de asesinar, Mago. Siendo lo que eres deberías saber eso mejor que nadie. —
Sabía perfectamente claro que las criaturas de ese tipo o al menos las mayores eran inmunes a la magia, pero eso no significaba que no podrían ser "engañados" por la misma, el hombre ladeó su rostro, y por ende al observar el enorme gusano, silbó hacia la enorme criatura quien se dirigía furioso hacia sí, chasqueando sus dedos, sus pupilas se volvieron diminutas y un segundo antes de que la criatura le alcanzara, un enorme portal se abría frente a su persona, permitiendo que la bestia cayera en este en una dimensión lejana a ambos, a la vez que suspiraba y añadía.
— Y por jugar de interesante creo que has dejado de ser bienvenido aquí, ¿Crees que esto es un juego? No estaríamos poniendo los esfuerzos de un reino entero frente a nosotros, si nuestra misión fuese tan fácil como dices, por ende... No tengo tiempo para arrogantes. —
Cansado de palabrería caminó cierta distancia, alejándose de aquellos tres. Estiró su mano e hizo resplandecer la roca azul que traía como cetro en su largo bastón. Un temblor se hizo presente en el suelo, el cual comenzó a agitar las rocas a gran velocidad. En poco tiempo una enorme criatura similar a un gusano gigante surgió de la tierra, dirigiéndose al mago. Sin embargo, él no hizo absolutamente nada, sólo voltear a ver a los demás. —Tienen razón, no puedo matarlo. ¿Pero ustedes sí?— Una nube de humo lo rodeó, haciendo que en instantes él desaparezca.
Gira la cabeza, observando a su hermano menor y mostrando como la pigmentación de sus ojos pasaría de carmín a dorado, esbozando una maliciosa sonrisa.
— Un mago cree que puede matarnos, siendo nuestro cuerpo anti-magia.
Volteó a ver a Puppeteer y asintió con la cabeza a sus palabras.
— Muchos pueden dejarse decir demasiadas cosas, hermanos Schwarzer, pero a final de cuentas lo único que demostrará la verdadera valía es el ingenio y la experiencia. Ni siquiera el poder crudo podría compararse con tales cualidades, por ende subestimar enemigos es el primer error que muchos cometen... Creo que nuestro amigo anónimo está haciendo aquello.
—Realmente no me importaría que lo hiciera. Pero intentarlo tal vez sea un reto interesante. Podría ser una buena forma de ponerme a mano con mis hijos por las innumerables ocasiones en las que los puse al borde de la muerte.—
— Nosotros hemos devorado dioses con facilidad. Hemos conocido a Lucifer y nos tiene respeto. ¿Por qué tu osas decir que nos derrotarías sin problema? ¿Acaso quieres que ese wurm devore a tus hijos? ~
Suena interesante escucharte decir eso con tanta seguridad ¿Mago Anónimo? los devoradores destacaban sobre cualquier otra raza por ser inmunes a la magia y absorber cualquier clase de energía a su beneficio sin verse afectados negativamente...Podrían ver a magos como simples fuentes de comida. Eso solo entre unas de sus características biológicas.
