Asintió con su cabeza y se dio la vuelta para comenzar a recoger mas flores, sonaba fácil pero habían demasiadas flores parecidas. Había que tener buen ojo y de esto se daba a la luz que hasta las misiones mas simples tienen su dificultad.

— Sabes mi nombre... Pues, también supongo que sabes que soy un espadachín. Y de seguro te preguntarás que hago recogiendo flores y no estoy matando monstruos...

Suspiró mientras seguía recogiendo con la misma concentración. Paró un momento para erguirse y estirar su espalda seguido de movimientos rotatorios.

— Pues no estoy en forma, a penas he usado mi espada en semanas. No me quiero arriesgar y morir después de todo lo que me esforzado en sobrevivir hasta ahora.