— No, claro que no. No tengo ningún interés de comenzar a crear alguna "manada", así que aún estás a salvo. — Comentó con una sonrisa ladina. Terminando por soltar el cuello de Alec, además tampoco le había apretado tannn fuerte (?) al menos eso cree él.

Por que te vuelvo loco, lindo pulgoso. -Aseguró orgulloso aún cuando el aire se le escapó del pecho y se notó desesperado por recuperarlo cuando dejó caer su peso en las rodillas y sujetaba ambas rodillas del alfa con sus ojos entrecerrados.-

No me dirás qué quieres dar un paso adelante en nuestra... “relación” y tener tu manada conmigo ¿o si? - Cuestionó burlón con una gota de sudor frío escurriéndose por su frente y con los labios entreabiertos para respirar mejor.-

— A sí, sí, castración, pero si me hacen eso. Tú no estarías feliz, no sé cómo te permito este tipo de bromas — Dijo Belial soltando un suspiro. Para volver a tomarle del cuello un poco fuerte.

— De todas maneras, alguien como tú no puede estar embarazado, así que dudo que eso te esté preocupando, o sí? —

-Cerrando sus labios para atrapar dicho dedo en su cavidad, Volkov empezó a usar su lengua para dejarlo húmedo, inclusive le dio unas cuantas tentadoras succiones antes de sacarlo empapado en su saliva manteniendo una sonrisa en sus labios antes de forzar la separación con un empujón en el pecho ajeno, dejando su cuello algo rojo por el movimiento tosco. -
Si si si si, ya lo sé. Eres la viva imagen de por qué siempre sugieren la castración cuando te llevo al veterinario...

— Quién te entiende... Aunque quiero que tengas en cuenta que esto no terminara sólo con "Ahorcar", sabes? — Comentó Belial para sólo subir su mano hasta deslizar su dedo medio sobre esa lengua.

-Alzando la mirada con una sonrisa de satisfacción, el cazador coqueteó sacando su húmeda lengua ante la vista del alfa a quien tomo de las muñecas con ambas manos.-
D-De esto hablaba~ ❤️

— Pff, debería educarte a no alzar la voz. — Belial terminó acercarse para tomar del cuello al cazador con intenciones que este alzara la vista.

¡Te estoy pidiendo que me ahorques! No que me rompas el cuello. -Suspira rodando los ojos y cruzándose de brazos.- Con un cuello roto cualquiera se quejaría al día siguiente... si es que aún respiro el día siguiente.

— Si te ahorco te estarás quejando al siguiente día, y no te estaré aguantando tus dramas.

¿Por que te estás demorando en ahorcarme? Solo me torturas con tremenda vista...