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Beidou · 31-35, F
Cerró su ojo y emitió un profundo suspiro ante esa afirmación final por parte de Lady Ningguang. Beidou se sentía irremediablemente atraída por los espiritus aventureros que demostraban ante ella su valía, tal como el joven Kazuha así mismo sucedió con esa joven viajera quien con gran determinación acudió a ella para buscar abrirse paso por la tempestad. Actualmente, con las fronteras de Inazuma en alto pocos comerciantes se aventuraban a pisar esas tierras pero el simple hecho de llevar a esa joven le traía a la capitana un buen presentimiento.
- Solo cumpliré con mi palabra si ella gana el torneo. - Sonrió ladina, confiada como siempre y bebió un sorbo de la taza de té que tenía en su mano.
Ningguang · 26-30, F
Quizás tenía razón. Su gente necesitaba distraerse después de la pasada situación de tensión, de la desesperanza que sintieron al ver la Cámara de Jade hecha añicos, pues representaba uno de los pilares de la ciudad, más las palabras de Ningguang fueron claras, por más hermoso y magnífico que pudiera verse, su palacio solo era metal y piedra. El verdadero significado de su historia estaba en ella misma, y en los corazones de los habitantes de Liyue.

—Bien. Pero si recibo una sola queja, negaré que estoy enterada de tus ilícitos juegos. Se justa y cuida de mi gente.— Le dedicó una mirada cómplice antes de tomar otro sorbo de su té, era su forma de decirle que no permitiera que nadie muriera, posteriormente escuchando la historia que la viajera tenía con Beidou. Reflexionó unos momentos, antes de continuar.

Más sus palabras finales provocaron una reacción poco común en Ningguang, una suave risa brotó de sus labios. —Capitana, su debilidad por proteger a los niños es adorable...
Beidou · 31-35, F
Las visitas a su ahora palacio no parecían cambiar en lo absoluto, la servidumbre siempre estaba dispuesta a brindarle lo que pidiera y esta vez no fue la excepción. Se inclinó para tomar la taza de té y dio un suave sorbo suspirando relajada, ese té sin duda le traía las mejores memorias.

- ¡Haha! No es como si buscara ocultarlo, mi Señora. - Añadió sin dejar de sonreír. -Aquí cada rincón tiene oídos, es bueno traer un poco de distracción al puerto de Liyue tras los recientes acontecimientos. - Cruzó una pierna sobre la otra recargandose cómodamente en el sofá.

- Le prometí llevarla a Inazuma si ganaba, ciertamente no dudo de sus capacidades. Vencer a un Dragón, derrotar al gran poderoso dios Osial...- chasqueo la lengua, ese sonido que hacía cuando algo de gran peso llegaba a su cabeza. - Esa joven viajera no es alguien a quien tomar a la ligera, la lleve o no a Inazuma, se abrirá paso. Así que le ahorrare el caos que guarda la tempestad que le protege. -
Ningguang · 26-30, F
Con una sonrisa apenas perceptible asintió a su observación, dirigiéndose después a una de las doncellas de su morada, a la que solicitó llevar a la mesa su té favorito y aperitivos, elaborados con los más finos ingredientes que los comerciantes de Liyue pudiesen ofrecer, posteriormente se sentó frente a la Capitana, cruzando una de sus piernas sobre la otra mientras apoyaba ambos antebrazos en el sillón.

—Interesante.— No pudo decir más, pues una chica de afable expresión llegó a donde estaban con lo que antes había ordenado, dejó la comida y sirvió ambas tazas antes de retirarse con una reverencia y un agradecimiento de su Señora.

—Y no hay nadie mejor que tú para guiarla por los tormentosos mares de Inazuma. Eso explica por qué Lumine participará en tu pequeño torneo clandestino. Los rumores acerca de eso parecen más gritos.— Tranquilamente, dándole a entender que ya tenía conocimiento de sus ilícitas actividades, tomó su taza de té, soplando muy suavemente para dar un sorbo.
Beidou · 31-35, F
Ya hablaría de los detalles de su viaje una vez estuvieran a solas, básicamente trasladaba a un fugitivo de Inazuma en su barco por lo que consistía en una misión un poco riesgosa. Pero si la viajera, heroína de Liyue necesitaba su ayuda, la capitana sin duda se la daría.

Los murmullos de la gente no se hicieron esperar, muchos sospechaban acerca de la extraña relación de negocios que se extendía entre la capitana de la Crox Meridianam y El equilibrio Celestial de Liyue Qixing, pero nadie hablaba acerca de eso. A oídos de los demás, se trataban de partidas amistosas de ajedrez-

- Así que aquí te estas quedando ahora. Nada mal...-
Una vez adentro y seguras se dejó caer en un sofá, esos sedosos y hermosos, llamativos como la misma dueña.
- Lumine sigue buscando a su hermano y cree que los Dioses pueden tener las respuestas. Así que nuestra pequeña heroína suicida ha decidido ir directo al ojo de la tempestad.-
Ningguang · 26-30, F
La enigmática Ningguang no se jactaba de la información que poseía, eso sería arrogante, además, todos merecían la oportunidad de hablar pues si algo sabía bien era que las historias tenían muchas versiones. Cierta información poseía, pero le gustaba escucharla de labios de Beidou, no podía negar, escucharla hablar era una de las pocas cosas que podían llegar a despertar su verdadero interés. —Tu perspicacia hace honor a tu reputación, Capitana.— Juntas cruzaban las animadas calles. Por naturaleza, Ningguang atraía curiosas miradas de admiración. Todos en Liyue la veían más como una leyenda que como una mujer, más ella con inmutable parsimonia, continuaba su camino hacia el lugar donde se alojaba actualmente: una elegante casa en el corazón de la ciudad.
Beidou · 31-35, F
- Se que al final no se te irá ni una. Esta vez será solo té, tiene mi palabra. - Extrañamente Ningguang se encontraba de buen humor, la tensión de sus hombros parecía haberse aligerado y probablemente era mas que obvio el porque. No había necesidad de adentrarse demasiado para descifrarlo. Con su ojo siguió sus movimientos y sonrió ladina al sentir el tacto del frio metal contra su hombro.
- Pensé que ya había llegado a sus oídos que ayudaría a la viajera a cruzar la tempestad. - En su andar tras ella respondió. Tomó la cantimplora que colgaba de su cinturón pero al agitarla y percatarse que el licor se había terminado hizo una mueca. Tal parecía que bebería solo té.
Ningguang · 26-30, F
—Entonces hay tiempo para una charla y una taza de té. No te reprenderé esta vez si le pones licor a escondidas.— Sonrió, sus dedos cubiertos de fino metal cuidadosamente trabajado dieron una caricia en su hombro, indicando que la siguiera. —¿A dónde te llevan los vientos esta vez, Capitana?
Beidou · 31-35, F
— Aún hay cosas que preparar antes de partir. Mis hombres están recolectando todo lo necesario, será un viaje largo.
Ningguang · 26-30, F
—No busco ofenderte, Beidou. Más bien, creí que ya estarías navegando muy lejos de Liyue para este momento.

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