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»Domingo. (¿?)«
 
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BeeSue · 26-30, F
𝐍i un segundo mas hizo esperar. Obediente se dejo manipular para corresponder el beso, sabor maduro que la experiencia no hace asco, mas férreo es el agarre en la nuca y presionar su entrepierna contra el muslo excitada para ir aumentando el beso que buscaba la lengua para saborear directamente la miel del panal. Sonidos húmedos en un baño trash instigaba a la abejita a ponerse muy horny, claro que había reparado en todos esos sutiles detalles y sus manos no perdieron el tiempo para ir en busca de elevar un poco su camisa y acariciar su húmedo cuerpo, detallando con las yemas de los dedos el fuerte contorno hasta apretarlo subidamente y cortar aquel violento beso que los dejo unidos unos segundos por un hilo de saliva.
— Aless...aqui no, nos vamos a cagar el WC. —
𝐂uriosa respuesta pero que no tuvo mucho peso cuando lo arrincono mas, buscando un roce mas adulto ahora casi subiéndose encima y apretar su busto sin darle espacio personal fue ahora el cuello su presa, besos y lamidas.
Parecía que ella no lo había notado, o quizá lo hacía al propio. Sus ropas mojadas habían hecho que el traje de Alessandro quedara empapado también. Las gotas caían de su cuerpo hasta él. Dejando su camisa blanca pegada, mostrando también parte de su torso que sí ella se portaba bien la dejaría verlo sin nada encima. Sonrió, pícaro una vez más, deseoso de probar la miel de sus labios. Jactándose de una chica dulce, y él quería averiguar sí eso era cierto.
Respondió inmediato a su posición, pues teniendo que ella apoyaba la entrepierna contra su muslo, él la tomó de las caderas, habiendo subido un poco esa prenda traslúcida para sentir un poco mejor su fría piel por la eterna ducha.

—Lo noté hace rato. —Dijo sintiendo el aliento a alcohol de ella— Pero aún no te lanzas completamente a mí.

No quería avanzar, y Aless se hartaba un poco, alzó una de sus manos para tomarla por la nuca y apegarla por fin a sus labios.
BeeSue · 26-30, F
𝐋a aproximación hizo apretar parte de su pecho en tela mojada haciendo notorio la leve presión del pezón marcado por el frio, sus mejillas tomaron un tímido color rojizo sea por el alcohol, la excitación o estar enfermando por la larga ducha, se puso cómoda encima y bajo el mentón dócil creando ese cálido ambiente por el choque de alientos.
— ¿Y la fogata era solo por que me ibas a calentar la empanada? ¡hahaha! Al final todo esto era solo para coger, tal como había imaginado. —
𝐒uspiro pero no de pesar precisamente, apoyo la cerveza encima del W.C y rodeo la nuca de Ale con ambos brazos para sujetarse a el a la par que se acomodo de nueva cuenta, quedando de frente y clavar su entrepierna contra su muslo derecho, delicioso tacto mojado ofrecía su lencería en un atrevido roce. Sentada ahora solo falto añadir unas pocas palabras por si acaso no le quedo claro.
— Estoy muy cachonda. —
Sonrió con malicia, se había acercado, justo como quería. La rubia viniendo hacia él lo hicieron morderse el labio inferior, ya cuando la tuvo ahí, esa figura empapada sentada entre sus piernas fue que aprovechó para tomarla por la cintura y acercarla más a él. En ese ángulo su cabeza quedaba un poco más abajo que la de ella, así que se debía acomodar para verla desde abajo. Alzando así el rostro.

—Sí eso te gusta puedo amarrarte —Dijo, y su aliento con olor a cigarro acompañaron las palabras—, después te doy el palo, no importa el orden que quieras.

Sentenció, esta vez tomándola del mentón, como si buscara que ella bajara el rostro hasta el de él.
BeeSue · 26-30, F
𝐋a pregunta la obligo a sonreír descaradamente, «¿Era buena idea seguir por ese camino?», «¡Atrevida! ¡Me saca al menos 10 años! (¿?)» Pensó para si misma intentando deducir la trampa. Aun estando empapada acomodo el trasero sobre los muslos ajeno sentándose de lado y ahora si reclamar la cerveza, dar un trago y mirarle suspicaz.
— ¿Me vas a atar? —
“Fue bueno mientras duró” pensó mientras veía como se iba. Pero al menos algo bueno salió de todo eso; Aless tenía su cerveza y estaba tomando a gusto en el baño de una chica.
Jamás se había imaginado tanto lujo.
Aunque al volverse ella, con una pregunta e intriga tan notoria como sí quisiera descubrir algún mensaje críptico. No sabía qué pensó ella, pero claramente se iba a aprovechar.

—¿No sabes a lo que me refiero? —cuestionó con una sonrisa pícara—, déjame mostrarte cómo. Sólo ocupo una cuerda y podremos comenzar.
BeeSue · 26-30, F
𝐄l silbido hacerla sonreír pues si pareció interesada en la reacción, incluso lo premio con un coqueto wink. Pero todo iba a acabar, era un travieso juego para calentarle y retirarse dejándole solo en el baño hasta que se aburriera y se podía dar cuenta de eso. Cuando casi paso el marco de la puerta se detuvo tentada por preguntar mas sobre la sugerencia. ¿Era un perverso juego? ¿Era algo literal...? ¿Algo sexual? ¿Estaba delirando Summer (¿?)?, quiso irse pero finalmente se mordió la comisura inferior sonriendo y recular marcha atrás volviendo a exponerse al incitador sin poder controlar la curiosidad solo por que era Ale.
— Hmnn... ¿Y que haríamos con un palo, sogas y una fogata? —
—Bleh. Es más una putada tener que vivir con gente que te cuida de la mierda.

Sentenció. Ya su cigarro estaba al borde de consumirse, cuando se volvió por el sonido del agua se encontró una Summer casi desnuda, de no ser por esa tela transparente, pegada al cuerpo y que dejaba casi a vista perfecta su figura completa. Aless silbó mientras la miraba irse. Admitía que tenía un gusto por las rubias.

—Hay una forma de calentarte —dijo él con una sonrisa—, pero ocupamos un palo, sogas y una fogata para hacerlo.
BeeSue · 26-30, F
𝗚esto para negar la cerveza y profundizar. Solo el ruido del agua y un ventilador oxidado se escucho durante unos segundos.
—Debe ser una putada ser adoptado, no? Lo siento. —
𝐏ara Summer la historia es esa y aprovecho cuando el mas mayor miro al techo para incorporarse finalmente, El negligé empapado y ceñido se transparentaba ligeramente pero la importancia es nula. Solo le resto salir de la bañera empapando el suelo completamente y quedarse mirando fijamente a su acompañante.
— Eee.. Estoy helada, creo que si que tuve que haber metido la tostadora, voy a pasar una noche de mierda hoy seguramente. —
Extendió su mano, tomando la dichosa cerveza, apenas dió un sorbo cuando escuchó su comentario.
Ya sabía por dónde iba.
Aspecto asiático, nombre italiano, ¿Cuál era el chiste en Alessandro? Sabía muy bien y entonces sonrió devolviendo la cerveza y antes de responder caló profundo.

—Es el nombre que me dieron mis padres adoptivos, me encontraron en Shanghái, o eso me han dicho.

Entonces miró al cielo, o el techo en este caso. Recordando su vida de niño, aunque claro, no era la vida que le contaba a Summer. Ese sólo fue un vago cuento que se inventó para salir del apuro en más de una vez.

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