Eso es porque... -Bani tenía razón, había traducido perfectamente sus emociones. Pero también, sentía que era como una ofrenda, un obsequio o como se tenga por dado. Era un detalle pues era la primera vez que se veían frente a frente. Sentía un súbito aprecio por la niña como por aquella hermosa criatura.- Usted me gusta mucho. -Confesó.- Es una hermosa esencia, como Bani. -Y volvió su mirada rojiza hacia la mencionada, impresionándose de todos esos poderes que tenía y que podían reconfortar incluso un alma rota.-
el es quien no tiene familia , sabia que le podria dar usted un hogar a donde ir - explicaba la pequeña cabellos rojos , mientras sonreia con alegria , mientras hacia crecer mas flores a su alrededor decorando el ambiente-
-La mujer pelirroja desciende del cielo, envuelto en un aura con la forma de un ave fénix blanco. Levita sobre las hermosas flores que creo Bani con sus poderes para no dañarlas; el aura blanca desaparece y se acerca hasta el menor albino, tomando las flores que le ofreció con educación, mirando ese color lleno de vida, granate en los mejillas del infante.- -Son hermosas. ¿Porque me regalas flores, pequeño?.
Parecía haber llegado la primavera, fue lo primero que pensó al ver un escenario tan lleno de vida. Estaba conmovido al ver lo que ahí tenía acontecimiento. Con sumo cuidado, cogió un par de las flores que ella producía, no sin antes ofrecerle una sonrisa a forma de petición. Hizo un pequeño ramo al que ató con unas hebras de su melena color nieve. -P-para usted. Se giró hacia la dama, a la cual ofreció aquel ramo improvisado con educación. Un color granate encendía su rostro en el acto.
