De la comida que puedes comprarte con el mismo dinero con el que mantienes este cacharro. -comenta apuntando a la computadora- Onpodria romperlo para ti y tendrias todo el dinero que sobre vendiendo las partes en alimento, un buen trato eh?

— ¿De donde sacaré energía entonces para hacerlo? — Se terminó el café y fue a lavar su taza. Sonreía, como si recordara algo en su mente.

Claro que no, conozco bien a Luan. Pero si al menos te vas a follar a mi hermano podrias dejar de comerte tambien nuestra comida.

— ¿Hah? — Se puso de pie, y mientras bebía de su taza lo miró con una sonrisa maliciosa. — ¿Crees que soy yo quien se aprovecha de tu hermano? —

No me gustan -protesta cruzandose de brazos- Al menos podrias comprar comida y dejar de comerte la nuestra... o a mi hermano.

— ¿Por qué no? Es como una ventana al mundo. — Se giró en su silla para verlo mientras bebía de su café. — ¿No tienes una? —

No gracias, no tengo hambre -comenta bebiendo el café sin problema en lo que le veia- Todo el dinero en la tecnologia, eh?

Se levantó con lujo de pereza de ahí, luego se masajeó el rostro para motivarse a despertar.

Fue a servirse café también, luego tomó asiento frente a la computadora e hizo lo primero que hace en el día: revisar las tendencias en Twitter. Era como su periódico.

— Hay algo de pan en la alacena, cómelo bajo tu propio riesgo.

-Mira de reojo la cafetera, arqueando una de sus cejas antes de ir y servirse un poco en una jarra que crea de la nada- Ugh.

Arqueó una ceja. Asomó los ojos con duda, pero era cierto.

— Bueno... Hay café por allá. — Y señaló una cafetera vieja funcionando. El lugar era un desastre; viejo, destruido, sucio. Eso sí, había una excelente computadora con diversos monitores funcionando impecable.