La tensión del momento se aligeró, fue inevitable soltar una risita por aquella palabra dicha tan coloquialmente, pero era verdad su corazón estaba igual y le tranquilizaba enterarse de eso, acarició su pecho doblando un poco los pliegues de su ropa, sintió nervios por lo que quería hacer y es que detener el impulso le estaba costando, justificándose porque el momento le parecía apropiado, estiro su cuello hasta pegar con delicadeza sus labios a los ajenos, brindando un beso corto, se despegó para mirar sus labios y en seguida volvió a unirlos.