BaelNelthart

Bael él Basilio .

Así describen los heraldos Basilios el nacimiento de Arius Bael,
En días dónde David Zeilen el Rey Basilio era ausente en su imperio por asunto de su propio capricho, su hermana y Reina de Basilia, Daris Zeilen tomaba el mando de guerra como comandante de la temida Valerian, una nave interestelar, en su momento recien diseñada y añadida a la poderosa flota de la gran Basilia.

En aquellos días un grupo fuertemente armado de Basilios se amotina en una colonia espacial perteneciente al imperio, tomaron rehenes y asesinaron a muchos otros, la cabeza de la rebelión era un hijo de una casa conocida en Basilia, Teras el heredero de la casa Obaki, un adversario que no debía ser tomado a la ligera, poderoso y hábil en combate, no era rival para un cualquiera, debía ser enviado al frente por preferencia un Zeilen.

Daris no dudaría en llevar la Valerian a la colonia cautiva, en pocas horas había tomado el control de la misma y acabado con la rebelión cortando la cabeza de todos los Basilios traidores, durante un tiempo Daris se quedaría en la colonia, reconstruyendo y regresando la confianza a su pueblo.

En un día que parecía normal en la Colonia Cibel, la armada Basiliana recibe una señal extraña proveniente de lo que parecía era una gigantesca ciudad flotante, de inmediato Daris forma un equipo de reconocimiento, se acercaron he hicieron contacto con la fuerza extranjera, una sorpresa para los Basilios era la extraña similitud que compartían con aquellas criaturas, entendían su idioma y su tecnología no era tan diferente, se presentaron como una civilización de paz, pero de naturaleza guerrera, Daris se enamoró de aquella gente, de su cultura, y de un hombre, uno entre los tantos que se inclinaron ante la belleza de la Reina Basiliana, un único, del cual no se sabe nada pues la misma Daris le negó al oráculo toda información de él, un día la ciudad se fue en rumbo a su planeta, con dirección a la constelación de Libra, Daris regreso a Basilia y pocos días después se enteró de su embarazo, aquello le ocasionaría muchos problemas .

David el Rey, tomo por ofensa el embarazo de su hermana, le arrebato de su mano el derecho de portar la gran espada, David siempre fue déspota y egoísta y de sentimientos bruto, enojado con Daris advirtió que no aceptaría a esa criatura a menos que ella diera información acerca del padre, sorprendiendo a todos, Daris respondió .

- Puedes matar al engendro si eso te regresa la paz .

David enfurecido el dijo .

- Así sea .

Pero antes de que alguno intentará disolver la vida que en el vientre de Daris crecía el gran maestro Zahad apareció, de su mano su esposa la Dama Klarist quien también se encontraba en estado de embarazo, su tercer hijo, Zahad portaba en su mano izquierda su espada, algo que no era común, el arma de Zahad sirve únicamente para matar, el Maestro del desierto miro a David a los ojos y así le dijo .

- Hermano, yo te amo, y cortaría tu cabeza antes de verte hacer lo que has pensado y hablado, no olvide ninguno de ustedes mis señores, los principios de los Basilios, o les llamaré enemigos míos .

Por su parte Klarist la esposa de Zahad se aparto de los hombres y tomo asiento a un lado de la cama en la cual se encontraba recostada Daris, suavemente la mujer sostiene la mano de la temida peliroja, con amor ella le habló a su reina .

- Daris, dámelo a mi, y yo le cuidare y criare cómo hijo mío también.

Por medio del contacto suave de aquellas manos Daris pudo enterarse que Klarist también estaba en embarazo, evitando conflicto y con intención de restaurar la paz entre los presentes Daris accede a la petición de Klarist, David se inclina ante el maestro, luego se retira a las montañas a meditar sus acciones y pensamientos, y como fue acordado en cuanto Arius nació le fue entregado a la casa Vilardi y Klarist le adoptó como suyo, Zahad dividió sus tierras y repartió a sus hijos por igual, Diara la mayor, Ana la segunda y Hanmari que nacería unos días antes que Bael, fueron escritos así en la heredad de la casa Vilardi y cada uno de ellos recibió de su padre Zahad partes iguales de las tierras pertenecientes a su clan .

Bael creció, en su juventud demostró ser muy habilidoso con el desarrollo de tecnologías nuevas, amaba toda criatura viviente sobre la tierra, no era egoísta, pero muchos lo consideraron el eslabón débil de los Vilardi, a diferencia del varón de su juventud Bael no disfrutaba las peleas, no tenía rango de líder, no parecía un soldado, prefería dejar con vida a sus adversarios, algo fuera de la naturaleza de un Zeilen, diferente a los Basilios, le fue difícil sobrellevar el rechazo de su madre, su tío el Rey Basilio no le permitía acceso al castillo Basil, apesar de tener el amor de sus padres adoptivos y el apoyo de sus hermanas Bael no se sentía bien, su confianza se vio más afectada cuando estableció relación sentimental con una mujer de la casa Gremori, una dama de roja cabellera y mirada cautivante, sensual y ardiente, una joya entre Miles, Codicia, la Señorita Fiora, una mujer joven, hábil y temida, Fiora Gremori fue en la juventud de Bael su primer amor, su mundo, ella representaba todo lo que él Basilio anhelaba alcanzar, pero un día el Príncipe Zet puso su mirada en ella, le ofreció un lugar en el palacio como una de sus esposas, una Ferida, la heredera de la casa Gremori no dudaría en aceptar su propuesta, olvidando por completo la existencia de Bael .

Un poderoso golpe al dormido orgullo del Basilio, aquel acontecimiento ayudaría a Bael a despertar, le haría sentir por vez primera la vergüenza, el dolor y la decepción, Arius en su enojo irrumpió en el castillo Basil, sin importar el juicio del mismo David, Bael quería la cabeza de Zet, pero antes de llegar a él, debía enfrentar a su guardia imperial, las Feridas Basilianas, en aquel momento Ana Vilardi quien es líder de las Feridas le detuvo en el camino, le ofreció misericordia, porque Ana le ama como una hermana mayor, pero Arius estaba enojado y enloquecido de irá quería enfrentar a Zet, no a las Feridas, la misma Fiora intervino tratado de hacerle razonar y rogándole que se alejara del palacio, pero Arius de quién menos quería escuchar palabra era de ella, las Feridas estaban por derribar a Bael y llevarlo a un lugar seguro, pero antes de alguna pudiese hacer algo el príncipe Zet se apareció, caminaba muy tranquilo bajando las gradas del palacio Basil, con la lanza de su padre en su diestra, y aquella mirada siniestra puesta sobre Arius, no había duda de que Bael se había metido en un gran problema, Zet le ofreció a Bael dirigirse amablemente al campo de entrenamiento oculto bajo el palacio, Arius accedió,
Se vieron las caras, Zet nunca fue de razonar, no hizo preguntas, en cuanto se presentó la oportunidad atreveso a Bael en el costado derecho del abdomen con su lanza, un solo golpe y Arius nunca le vio acercarse, pero era lógico que eso sucedería, Zet fue sometido desde muy pequeño a los entrenamientos más dolorosos y complejos que Basilia le podía ofrecer, Zet Zeilen era el monstruo que David siempre había soñado ser, Arius había caído, muerto, su corazón ya no estaba latiendo, su sangre se extendía por el mármol blanco, Zet retiro su lanza con tranquilidad del cuerpo inerte de Arius, limpio con un trapo rojo que llevaba consigo la sangre de Bael y luego se lo lanzó en la cara tapando su rostro, las Feridas vieron con tristeza el desenlace de Bael, pero antes de que Zet pusiera un pie fuera de la plataforma algo aconteció, la sangre derramada del Basilio Bael se levantó de pronto como si la misma tuviese vida propia, el color rojo de la sangre se volvió negra, acumulándose en una especie de torbellino se dirigió al cuerpo de Arius y lo levanto, aquel agujero de la lanza fue cerrado y en su lugar solo había quedado una cicatriz como de herida antigua, por un instante, por un corto periodo de tiempo el Vestigia de Bael se elevó tanto como si fuera el mismo un ardiente sol, su cuerpo brillaba y de su piel broto un extraño polvo dorado, su poder fue inmenso, pero apenas y regreso a la conciencia aquel poder desapareció, se hizo nada y solo quedó Arius tambaleándose para evitar caer, ni él ni ninguno de los presentes entendió que sucedió, de los Basilios conocidos hasta entonces no se sabía de ninguno con una habilidad semejante, volver de la muerte.

Zet enfureció aún más, no aceptaba tal hecho, agarro su lanza y a distancia la lanzo usando una exagerada cantidad de poder al invocar el fuego negro de la temida lanza de su padre, Arius no tenía oportunidad de esquivar o enfrentar ese ataque, se quedó inmóvil, observando, y poco antes de que la lanza pudiese alcanzarlo una vez más fue detenida abruptamente, Bael se quedó perplejo y aún más paralizado el mismo Zet, el fuego negro se extinguió de pronto, una mano extendida sostenía con calma la lanza que se detiene a pocos centímetros del corazón de Arius, agitado por el viento una hermosa cabellera roja se sacude, una capa roja cubre su espalda, una armadura plateada se adiere a su cuerpo y adorna la silueta de su belleza, Daris detuvo la lanza antes de que alcanzará el corazón de Bael, no dijo palabra alguna, caminando despacio aparece repentinamente frente a Zet y entrega con amabilidad en su diestra la lanza, no dijo palabra alguna, al poner la lanza en manos de Zet la mujer siguió su camino, pero el príncipe cae de rodillas doblegado en cuanto su mano se afirma a la lanza de su padre, una forma muy sutil de decirle a los presentes que el espectáculo había terminado .



. Dentro del poderoso círculo de los Signos Zodiacales el Arco como arma o herramienta de caza no se asocia para nada con Libra, por el contrarió cualquiera podría pensar en el Único.. Sagitario al ver un Arco, entonces de dónde proviene el Arco de nuestro Libra ..?

Libra, Símbolo de justicia y perfecta armonía, la Balanza representa la esencia verdadera de su alma y su poder.

En tiempos antes de todo tiempo, el coloso de Libra tuvo placer de conocer un amigo, uno que fue llamado el dios del Sol, de nombre Apolo aquel dios de los Griegos se encontró casualmente en la tierra con un joven Libra algo imprudente, apasionado y con mucha fe, el joven cae en gracia para los ojos del dios del Sol, forjaron una amistad dónde Apolo fue mentor y maestro de Libra, educando su comportamiento aún con las damas, Apolo era un dios encantador, algo heredó el joven Libra de su maestro, con el tiempo Libra desarrollo maestría con el arco y un día el dios Sol decidió darle un regalo, Apolo forjó de su mano y poder un arco para Libra, llamado Solara, el alma del dios del Sol.

Aquel obsequio es atesorado por Libra y también usado como arma principal, después de dar el Arco a su aprendiz Apolo se despidió, dijo no tener nada más que enseñarle y de ahora en adelante el debía escribir su propia historia, aveces con lágrimas y otras con sangre, pero jamás con letras de cobarde.

Hoy en día es de las memorias más claras en la mente de Libra, al saber eso no es de extrañar su elegante porte y al mismo tiempo que parezca un poco antiguo para la época actual .