Es Blythe. -Dijo sonriendo con calma mientras ladeaba su rostro, mostrándose absurdamente paciente, ¿Había hecho un amigo? No tenía idea de qué se trataba aquello, pero aquella falsa máscara pasiva y amabilidad se mantuvo mientras bajo esa fachada se mantenía alguien calculador y observador. No tuvo la necesidad de llamar a su primo, sólo dejó que el muchacho se marchara, de seguro ya Leo había previsto estas cosas. Sería un interesante ajedrez que observar desde lo lejos. -

Perfecto, adoro las sorpresas. -Respondió con una amplia e inocentona sonrisa, la misma ocultaba una pizca de malicia puesto que asumía que no era buena idea ponerse en contra del sujeto, por las afirmaciones del rubio.- Ya no te molesto por hoy, cuatro ojos. -Mencionó aquello con una amabilidad falsa, al mismo tiempo que despeinó los cabellos de este con brutalidad, para luego de unos momentos separarse y hacer una reverencia. Sin omitir nada más, se retiró.-

Estoy seguro que te dará un par de sorpresas, no es un macarra común de callejón créeme. - Dijo con calma, quizá protegiendo a Leo o preparando al chico que decía aquellas cosas, suspiró un poco negando con suavidad, susurrando para sí mismo. - Parece que aún no se da por vencido... Quisiera a veces tener su espíritu. -Añadió acomodando su chaqueta.-

-No le bastó para nada esa respuesta y se notó por la expresión de disgusto en su semblante. Retiró su pie y le dio espacio para que de levantara, asumiendo que ya no iba a poder sacar más información.- Perfecto, entonces le haré una visita, una grata visita.

-Su mirada esmeralda le miró con algo de seriedad, cuando dijo que iba a contratarlo, su mano diestra tomó la punta de su pie para evitar aquellas acciones y suspiró negando con suavidad.- Es familia, es lo que te diré, pero no hago las cosas a las "malas". Deberías saber mejor que no tratas con alguien de "noble corazón", aunque sus intenciones sean buenas en apariencia. -Dijo mientras sacudía su chaqueta y se ponía en pie frente a él.- Espero no se meta en problemas.

Dijo que iba a contratarme o algo así. Fue muy descortés, me tiró su tarjeta y obviamente que no la recogí. Necesito saber de él, no es normal que desconocidos vengan a ofrecerme trabajo sin previamente venderme información. -Mencionó aquello mientras comenzó a dar leves patadas al hombro y brazo del sujeto, para apurarlo en aquella respuesta.- ¿Eh~? ¿Quien es entonces?

-Parpadeó un poco mientras le preguntaba con calma.- ¿Para qué quieres saberlo? Podría decir que lo conozco, bastante bien quizá, pero depende de las intenciones que tengas te diré lo que sé o no. -Dijo sonriendo de modo travieso, mientras comía de aquellas mentes, rascando su mejilla ante aquel brusco movimiento, no le veía con hostilidad. Era fácil confundir a Blythe por alguien débil por este tipo de cosas, pero simplemente era demasiado paciente.-

-Ladeó la cabeza de lado a lado sin demostrar mucha atención a lo que aquel decía, aunque en su interior si le molesto la respuesta, más aún cuando cambió el tema de un momento a otro. Aprovechó que el otro estaba sentado, para sin previo aviso soltar una violenta parada en su hombro, buscaba tumbarle.- ¡Habla! Llevaba un uniforme militar. ¿Lo conoces? ¿O no lo conoces?

Hm, suena familiar. -Diría sonriendo con algo de sarcasmo mientras acomodaba sus gafas con dos dedos, atrapando estas entre sus dedos, ladeando su rostro.- Pero si no era yo, sólo hay pocos que llevamos ese apellido. -Soltó una pequeña risa, echando uno tic tacs de sabor a menta entre sus labios, y a pesar de su intento de "bullying" añadió.- ¿Quieres dulces?

¿Oh~? -No le sorprendió aquella respuesta y aquello en sus ojos sin duda podría jugarle en contra tarde o temprano por no enfocar como es debido. Le arrojó los lentes con algo de pesadez y luego alzó sus hombros.- No, no eres divertido para molestar. Por cierto, hace un rato me visitó un sujeto rubio y si, soy racista, porque asumo por su color de pelo que es tu familiar. ¿Te suena el apellido Crowley?