-Su corazón latía rápidamente dentro de su pecho que hasta juraba que podía escucharlo bombear en sus oídos, el miedo era lo que le estaba ganando además del pánico que le había causado por las palabras que le había dicho haciendo que sus ojos se llenarán de lágrimas, pronto los mismos se abrieron con sorpresa al notar el arma en verdad no estaba bromeando cuando le dijo que iba a llevársela ¡Era absurdo! No tenía idea de quién había hecho o en todo caso la había dado como pago a un desconocido, estaba segura que sus horas de vida estaban contadas, el sujeto ni siquiera estaba bromeando al decirle eso, pronto asintio era mejor estar a su disposición que terminar con el cuello roto y colgada en su habitación.-

Los "gritos" fueron directamente ahogados cuando tapo aquella boca con su amplia y pesada palma que servía para sellar cualquier sonido privando así su primera acción de supervivencia; pedir ayuda o llamar alguien a su auxilió.
Lentamente fue hundiendo su pequeña cabeza entre las finas telas de la cama.

— Shh ... No hagas ruido, no tengo la culpa de que pagarán una deuda contigo ahora tendrás que irte.—

Entre sus ropajes oscuros que hacía bien para mimetizarse entre el ambiente nocturno saco una arma como muestra de que no estaba bromeando, realmente ese "sujeto" tenía total intención de raptar a la chica que le fue ordenado a desaparecer.
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—Saldremos por la puerta principal, así que escucha bien; Te soltaré pero si tratas de pasarte de lista tronare tu pequeño cuello y te colgaré en tu cuarto para que parezca suicidio, ¿De acuerdo?, Pero la tarea sera abrir la puerta de aquí y la entrada, saldremos con cautela... No temas será sencillo.[/b

-Había dejado la puerta de su habitación con seguro al igual que la puerta principal de su hogar por lo que se había ido a dormir un rato por la mañana, se podía decir que tenía el sueño bastante pesado y eso gracias al cansancio de su trabajo, que apenas le alcanzaba para comer y pagar las deudas, su habitación estaba algo desordenada debido al trajín de la noche anterior, murmuraba cosas entre sus sueños y apenas sintio la humedad y viscosidad de algo sobre su rostro se despertó de manera abrupta y su primera reacción fue gritar porque ¡Ni siquiera lo conocía! Y más importante como había podido entrar!?-

Había decidido ingresar a la recámara de la chica a la cuál le puso el ojo desde un principio, el sabía bien que era un total desconocido y eso sería lo divertido. Ningún cerrojo o seguro sería lo suficiente para detenerlo por que tenía maña para poder abrir cualquier candado que fuera alguna especie de obstáculo por lo cual fue rápido allanar la morada. El cuarto desprendía un aroma muy propio y personal y eso le causaba cierta placer.
— 𝐡𝐦...—
La cama se hundia por el peso "extra" debido a que el varón se sentó a una lado de la fémina con el fin de observarla a detalle en ese momento diurno de descanso. Fue breve por qué se aburrió de verla tan plácidamente, por lo mismo se le ocurrió despertarla de una forma "rara".
Inclinó su cuerpo para acortar distancia entre ambos rostros y hacer más fácil su fechoría que consiste en soltar una gran lamida como lo haría un perro de gran tamaño