Haber capturado a su campeón era cosa reciente, por lo general no interactuaba con sus botines, pero el grandote era un caso especial, lo había encontrado solo y podría decirse que hasta un poco triste, era algo ingenuo aunque amara las peleas y manchar el escenario con la sangre de los desafortunados que se encontraban con sus grandes puños, pero era el tipo de persona con el cual ella podía llevarse e interactuar amenamente, la única de hecho, llego borracha hasta la habitación lujosa de su campeón y sin mucho esfuerzo corrió hacia este para poder colgársele del cuello para derribarlo de forma un tanto ruda y cariñosa. ━ ¿Hola, grandote, me has echado de menos? ━
