Acordó en verlo en el último lugar donde nadie se citaría porque no es que sería lindo sino que otros optarían por café o un lugar de lo más cliché posible. Angela, lo estaba esperando en el mirador donde se conocieron por primera vez. Había algo en él le atraía pero sabe que en fondo no es tan puro como supone.
[code]Un pequeño suspiro como de esos que se ven cuando una persona le tocan un punto débil salió de la rubia en cuanto vio la lengua masculina pasar por su paleta ; era un demonio pese a tener una cara tan bonita. Apenas volvió su dulce contra sus propios labios, giró este para lamer justo en la parte que él lo hizo. Dioses.. ¿Qué haces? No comprendía pero tenía esa gran curiosidad de saber , percibir y saborear su sabor. ― La cereza es mi fruta favorita. Acostúmbrate. ― Respondió sonriente volviendo a meter el caramelo dentro de su cavidad bucal haciendo chocar este contra las paredes internas de las mejillas; capaz algún mente cerrada pensaría que le estaba insinuando alguna propuesta sexual.. Aquí había tensión de muchas cosas pero el sexo , por ahora, no era lo importante. Los latidos de su corazón comenzaron en ir de subida cuando escuchó lo de su piel provocando un típico y básico rubor sobre sus pómulos.― N.. No lo sé. Algún día lo sabrás.[/code]
