°° ¡La sangre de mis enemigos me baña! Caídos en la esperanza de falsa inmortalidad, pobres almas perdidas, no entendieron que uan vez que el umbral de sus vidas acabó ya era demasiado tarde para ellos. °°
De vez en cuando levantaba la mirada, intercalándola de izquierda a derecha para revisar si percibía algo extraño. ¿Dónde estaba el responsable de aquel rescate? ¿Podría considerarse un aliado o un enemigo?
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Desde la interrupción de los cazadores de Estelaron, como había escuchado hablar a Jing Yuan, hasta el repentino y casi constante brote de Mara. ¿Podía ser quizá que la repentina salvación estuviese ligada con aquel grupo? Dudó, sacudió la cabeza en negativa y continuó su camino.
—Recuerden mantenerse alerta, si los enemigos los sobrepasan, déjenlo en mis manos y solo brinden apoyo cuando lo necesite. —Se giró a mirarlos mientras les hablaba, y aunque era fácil llegar a dudar de sus palabras, la seguridad que reflejaba en ellas era todo lo que los hombres necesitaban para asentir.— Bien, llévenme al sitio donde encontraron a los últimos heridos. Si tenemos suerte, lo que sea o quién sea que acabó con ellos no debe estar muy lejos de aquí. Es posible que aún no dejara la nave. —Yanqing afianzó entonces la guarda de su espada y continuó su camino.
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La misión era simple, al menos en apariencia: Asegurarse de que los supervivientes abandonaran la nave y encontrar el problema para cortarlo de raíz. Más que el deber, a Yanqing le llamaba la oportunidad de medirse en combate y probar sus habilidades contra los enemigos. Después de entrevistarse con los caballeros que habían presenciado los sucesos, para ponerse al tanto de la situación y la complejidad de la misión, decidió investigar por su propia cuenta. Sus pasos eran siempre cuidadosos, se mantenía alerta en todo momento, pero llegaba a distraerse con aquello que encontraba en su camino. Algún gato que maullaba en solitario ante el abandono, una persona que salía de su escondite implorando por ser salvado o el simple llamado de los caballeros que iban consigo. Parecía una coincidencia extraña que de pronto tantos eventos se llegaran a conectar.
En medio de una de las tantas naves de Luofu; esta en específico había sido abandonada por los ciudadanos aún no infectados por aquella terrible aflicción que había clamado vidas de soldados y civiles por igual. Los supervivientes habían sido puestos bajo cuarentena e interrogados. Pareciese que la gran mayoría de esa nave de Luofu había sido transformada en aquellos que eran llamados "Mara". Sin embargo los Cloud Knights que sobrevivieron y ayudaron en la evacuación habían encontrado algunos Mara destrozados, con cortes finos, y grietas en sus cuerpos, como si hubiesen sido atacados por algún espadachín misterioso.
Algunos de los interrogados habían dicho que observaron rojizas energías desplegarse antes de que los Mara cayesen muertos, energías que algunos juraban formaban patrones que parecían a flores rojizas.
