El amor por la ley gano el pulso, rostro levemente enrojecido por vergüenza social y recuperación de la compostura tras el impulso, desvía el rostro finalmente carraspeando y normalizar la situación, le gusta verse orgullosa pero con Blanche es difícil, es demasiado amable, separa la propuesta del cosplay para futuro evento, ya casi es hora de irse y piensa como pedirle mas galletas de Choco-Menta si es posible, su asocialidad se expresa simple mientras repasa con descaro la caja vacía, al menos tendrá pretextos para venir a visitarla regularmente
—De verdad era una chica graciosísima, le caía muy bien así que siempre que aparecía le sacaba unas buenas sonrisas. No dio mucho más a pensar con el asunto de su edad pero cuando escuchó su respuesta acerca del cosplay pensó y luego asintió.—
Tendré que buscar pero supongo que es muy posible.
Se mantuvo en silencio incrédula al escucharla, repaso nuevamente su contorno, inevitable duda ronda su cabeza ahora la albina esta rodeada de misticismo que oculta los asuntos mas superfluos, agudizo la vista hasta sentirse ella incomoda por mirarla tantos segundos fijamente para apartar la mirada agarrándose a su orgullo.
— ¿¡L-La misma edad!?, d-deja de bromear Blanche...
Se lo creyó al instante, su base se estaba tambaleando no pudo evitar pensar lo injusta que es la naturaleza, aparto pensamientos de celos, al menos coló que tenia 20 y no 17, en la ignorancia ella es feliz, así que piensa en la propuesta sugerida
La edad es solo un número. Mírame ¿acaso te parezco de treinta? —Su sonrisa se amplió con confianza en las palabras que profería mismo que en lógica su contraria no estaba equivocada.—
¿Qué te gustaría ver? De ser posible, se hace.
—Y al escuchar lo último que ella dijo solo asintió pero obviamente sin creerle.—
Tenemos la misma edad. —Bromeó porque la vida es más interesante con chistes y carcajadas.—
— No parece una cifra correcta, ¿no quieres decirme tu edad por que te avergüenza que la cifra sea mas cercana a 30? [?]
Acepta sus gustos personales, ella también le gusta pero lo llevara a la tumba, da las gracias que no sabe leer su mente, ¿o si?...mirada sospechosa en ella, tiene cierto aire a misticismo que la hace inquietar y prueba: <<¡bruja!>>, el rostro de la menor luce realmente sospechoso quedando en silencio entre preocupación y incertidumbre
— El próximo día quiero ver otro cosplay tuyo
Mirada furtiva a su armario, el secreto de estar cerrado la quema pero no puede ser indecorosa, es invitada esta vez, así que también dice su edad para estar en paz
— Yo tengo...¡20!
Mentira innecesaria sale de su boca, quiere acercarse a ella y que no la menosprecie, no le gusta que la traten como una niña, pero ella se ve demasiado mujer
— ¿De que otras te disfrazas en tu tiempo libre?, seguramente seas muy popular
—Da las gracias por no poder ler pensamientos por lo que solo sonreía algo intrigada con la curiosidad ajena. Las razones por las cuales había puesto aquél traje eran pura y sencillamente por gusto personal pero por pena no lo dijo. Todos tenemos secretos.—
También tengo uno de ésos. Los voy variando (?)
—Que no se note el entusiasmo con que lo presumía. Ése y sus otros atuendos eran algo apreciado para ella.—
Mas confusa, la repasa bien y une cabos, ¿ella también hace cosplay entonces?, el sentimiento es mutuo ahora al verla apenada y sus mejillas se tiñen tinto, simple pensamiento que la albina es un poco madura para hacer esto, no quiere ser maleducada con ella
— *Eeek* L-luce bien en ti, no como a mi...¡Pero yo no lo hago por gusto! *Cof* aunque con un traje de repostera te verías mejor.
Sinceridad sencilla sale de su boca, se fija mejor en ella con descaro, desde luego piensa que la naturaleza no es sabia, recuerda disculparse por entrar sin llamar sumada a leve reverencia, aunque piensa que dejar puertas abiertas no es sensato
— ¡Perdón por venir sin avisar ni llamar!...
Quiere ser sociable con ella, va directamente al grano para satisfacer curiosidad
Carraspea para llamar su atención, lo prometido es deuda y vuelve con la caja de galletas vacía, el recipiente es igualmente bonito para su reciclaje, acorde con el crujiente regalo
— ❗
Su rostro enervado pasa a ser sorpresa por el vestuario ajeno, repasa detalles confusa, no parece la adecuada para reprochar nada pero el impulso de la curiosidad es mayor
