-Mira de reojo a leona y le gruñe, no queriendo ser interrumpido aunque habia sido el quien habia sido invitado a la conversación por parte de su amor. Su ceño estaba fruncido, pero no de enojo, estaba demasiado xoncentrado en saborear el delicioso olor del perfume del cecaelia. Se habia arreglado para él y aquello lo iba a disfrutar, pero aulla por lo bajo al sentir su mano en su entrepierna- No te aconsejo tocar mucho... o no me va a importar tener a Leona-senpai en frente -gruñe en su oreja y muerde suavemente el lobulo de esta, abrazandolo para tomarle de las piernas y alzandolo, obligandole a abrazarle con estas para mantenerlo en el aire-