- Le escuchó en silencio, dejándolo moverse a sus anchas sin atosigarlo. Por fortuna no estaban los gemelos o hubiese sido un problema. Se movió por el suelo ondulando los tentáculos y al verlo tan deprimido, apoyó una mano en su hombro sonriendo - Joe, olvídate del pasado. Ahora estas aquí. Octavinelle y cada uno de nosotros está contigo. Ahora estás entre familia.

Si hubiese conocido este sitio cuando era niño, no dudaría en inscribirme. Pero, nunca llegué a conocer a mi familia. Ama Úrsula me acogió. -Dijo con melancolía, acomodándose con gracia sobre uno de los sofás de la estancia, haciendo que sus tentáculos descendieran suavemente al suelo de mármol pulido.

Asi es mayor Joe. Octavinelle es un sitio exclusivamente para criaturas marinas como nosotros. Ningún mamífero terrestre puede entrar aquí sin permiso. - Las paredes de la estancia son de cristal encantado, mostrando un gigantesco e iluminado acuario. Lámparas especiales iluminan la estancia sin molestar los ojos. El amueblado de las habitaciones se adaptaba según la especie, yendo desde peceras hasta conchas, corales e incluso anémonas. La oficina principal luce mas humana y moderna, con amplios sillones de cuero negro, una mesita de cristal y plantas en macetas colocadas estratégicamente para dar un ambiente de comodidad. Un bar a la derecha completa la elegante disposición de la estancia, donde abundan caracteres marinos de todo tipo, hasta en los adornos. - Siéntete en confianza. También es tu hogar.

Azul...Este lugar es hermoso e impecable. -Murmuró el cecaelia, cautivado por la elegancia de los alrededores de Octavinelle y dándose cuenta que muchos otros jóvenes eran también criaturas marinas, así como ellos dos. - ¿Y eres el líder de todo esto?

@Eɪɢʜᴛғᴏᴏᴛ Jᴏᴇ ᴰᶤˢᶰᵉʸ ᵛᶤˡˡᵃᶤᶰ ᴿᵉᶜʳᵘᶤᵗᵉʳˢ: - Mientras le esperaba, le resultó increíble ver la transformación de Joe, pero fue extraño cuando subió su vista y notó la camisa. Supuso que Joe no tendría costumbre aún de andar del todo desnudo, asi que tomó su mano y se deslizó con gracia hasta el dormitorio. Bastó con tocar las puertas, para que estas se descorrieran como si un pulpo las cubría, cayendo algunas escamas doradas al abrirse las dos hojas. Entró con el y esperó que estas se cerrara, allí soltó su mano - Aquí nadie te juzgará mayor Joe, no te preocupes. - Sonrió con comprensión -

... -Se quedó en silencio ante la transformación de Azul en su forma de cecaelia, sorprendido que su aspecto natural fuera tan distinto a su aspecto humano. Sin embargo, miró a su rostro y asintió con la cabeza, halagado por sus palabras. - Bueno...Opino lo mismo, la verdad. Jeje. - Le respondió, con sinceridad.

Sin perder el tiempo, su vestimenta se iluminó ligeramente y se esfumó en cuestión de segundos, haciendo que en lugar de sus pantalones, aparecieran sus 8 largos tentáculos negros con ventosas púrpura. Pero su torso aún estaba cubierto por su camiseta, ya que le causaba algo de pena mostrarse ante Azul.

@Eɪɢʜᴛғᴏᴏᴛ Jᴏᴇ ᴰᶤˢᶰᵉʸ ᵛᶤˡˡᵃᶤᶰ ᴿᵉᶜʳᵘᶤᵗᵉʳˢ: Adelante. - El propio Azul estiró sus brazos al elevar su cabeza. Su ropa, el sombrero, todo lo que llevaba puesto se fusionó lentamente con la piel para dar paso a un tono violeta azulado en partes, oscuro en el fondo. Las marcas del rostro, el cabello, todo cambió al instante, apareciendo en vez de las piernas del cecaelia, ocho tentáculos gruesos y brillantes. Una vez convertido, le sonrió esperando que se transformase - Que alegría es tener a otro de mis congéneres en casa. Los gemelos Leech están ausentes por ahora, quizá algún día les conozca.

¡Oh, estupendo! - Exclamó lleno de alivio - Necesito estirarme un poco.

@Eɪɢʜᴛғᴏᴏᴛ Jᴏᴇ ᴰᶤˢᶰᵉʸ ᵛᶤˡˡᵃᶤᶰ ᴿᵉᶜʳᵘᶤᵗᵉʳˢ: ¡Oh claro! Normalmente en el colegio andamos en nuestras formas humanas para movilizarnos entre clases, es una regla. Pero ya dentro de los dormitorios usamos nuestra forma natural. No es obligatorio que uses esa forma todo el tiempo. - Sonriendo amable -

¿Será posible que...Pueda estirar mis tentáculos? Usar piernas humanas por tantas horas me causa mucho malestar. -Pidió el cecaelia, rascándose la nuca y sintiéndose apenado por su petición.