AzraelArtsengel

—Si bien Mina era una sacerdotisa Shintoista, en la actualidad habían cierta mezcla y fusión con la Budista, conocía los tesoros, de vista y por aprendizaje familiar, pero jamás había tenido la fortuna de si quiera verlos en persona y mucho menos tocarlos; parpadeó entonces sumamente confundida ¿Cómo un youkai sabría de una próxima invasión? Y lo más importante, porqué tendría la amabilidad de avisarle a ella como humana.—

¿Cómo obtuviste esa información?.... —Quiso completar la oración pero no sabía el nombre de aquel con el que hablaba.— ¿Cómo te llamas?

—Hizo un pequeño énfasis en esa pregunta, ahora su posición estaba un poco más relajada y tranquila, pero estaba a la vez preocupada ¿Qué tal si era cierto lo dicho por el youkai? estarían en un grave peligro y más porqué esos objetos son realmente valiosos y poderosos en las manos correctas. Estaba pensativa al mismo tiempo.—

Claro que conozco los objetos, pero... jamás he tenido uno en mis manos, y creo que están sumamente bien resguardados al ser tesoros nacionales.

—Antes de que aquella voz se hiciera sonar por aquel lugar, la joven sintió una sensación bastante extraña, debido a sus habilidades y a sus talentos adquiridos por pertenecer a su familia materna ya que incluso había tenido formación de sacerdotisa, aquella sensación se podía igualar al sentido arácnido de spider-man, claro si se quería comparar con algo bastante conocido y familiarizado, se giró sobre si propio eje y antes de decir nada, ya había formado un arco y una flecha de luz el cual apuntaba hacia aquel ser, el cual miró detenidamente, parecía un Youkai, pero si energía era ciertamente distinta, sabía que a pesar de lo bellas que pudieran ser esas criaturas, eran altamente peligrosas. Aún a pesar de su reacción hostil, también se había sorprendido de ver algo así, era una muchachita de 18 años bastante impresionable, pero no se dejaría llevar por esa apariencia física.—



¿En qué te puede ayudar a una mortal como yo? Demonio... ¿Estás consciente que este lugar es peligroso para ti?

—Siguió amenazándolo con su arco y flecha, aunque estaba dudosa en atacar o lastimarlo, pues a final de cuentas estaba pidiendo su ayuda, suspiró hondamente, con resignación incluso y en su mente se repetía lo tonta que era por querer ayudarle aún a pesar de la naturaleza de aquel ser, pero, igual si todo se salía de control podría defenderse.—

... Dime que ocurre, veremos si te puedo ayudar...

—Las flores de cerezo se habían marchitado y poco a poco aquellos árboles iban dejando caer hojas color café, amarillo y naranja sobre el piso de concreto de aquel templo sagrado del cual la joven se hacía cargo junto con su abuela, por lo que el trabajo era mucho, con una escobilla hecha de resistentes hojas de palma, comenzó a barrer las hojas, suspiró suavemente y miró hacia al cielo despejado, que también comenzaba a teñirse de naranja y durazno, suspiraba suavemente, había sido un semana un tanto casual, incluso hasta aburrida, ella llevaba puesta la tradicional vestimenta de una sacerdotisa, blanco y rojo, con unas sandalias, de hecho en ese momento llevaba su largo cabello castaño suelto, dejándolo ondear al capricho del viento.—

Cómo hestas camarada , veo que te están dando lata , necesitas ayuda

— ¿Me estas diciendo que pu-puedo elegir mi comida? Esto es muy bueno.... vale haré una lista —saca una hoja de papel y comienza a escribir, tomando pequeños descansos para recordar todo y que no se le escape nada.

— Hecho ¿qué puedo perder, además de mi libertad? acepto señor.

Shím. O ya sé.
Eres el ajo y los pedacitos de cebolla de mi arroz. (?) JAJAJÁ❤.