« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
AzraelArtsengel · M
Se adentraron en el bullicio buscando un rincón tranquilo donde conversar. Entre el olor a cerveza y las melodías de una música festiva, los lugareños compartían historias de batallas épicas y riquezas escondidas. Allí, en aquel santuario de información y secretos, él y su acompañante supieron que encontrarían las respuestas que ansiaban sobre el reino, sus comercios y los peligros que aguardaban.
Con paciencia y cautela, aguardaron su turno para conversar con el tabernero cuyos ojos astutos guardaban el conocimiento de generaciones. La taberna, fiel guardiana de las historias y leyendas del bar, era el epicentro de sus pesquisas, el lugar idóneo para hilvanar las hebras de información que los guiarían en su travesía.
— Hola qué tal, somos un par de extranjeros venimos de otro continente, dos pintas por favor. La dama de rosa invita la ronda. —
Lo dijo con total seguridad a pesar que ninguno de los dos poseía monedas para pagar.
Con paciencia y cautela, aguardaron su turno para conversar con el tabernero cuyos ojos astutos guardaban el conocimiento de generaciones. La taberna, fiel guardiana de las historias y leyendas del bar, era el epicentro de sus pesquisas, el lugar idóneo para hilvanar las hebras de información que los guiarían en su travesía.
— Hola qué tal, somos un par de extranjeros venimos de otro continente, dos pintas por favor. La dama de rosa invita la ronda. —
Lo dijo con total seguridad a pesar que ninguno de los dos poseía monedas para pagar.
Add a comment...