¡Tenemos un trato!

*Tomo si bolsito con la otra mano para liberar su diestra y extenderla hacia Ayax para así la estrechara*

Definitivamente me darán permiso si voy contigo

-De nuevo pensativo, miró a la menor. Aún le parecía demasiado pequeña, aunque sinceramente, quizás jamás dejaría de verla como tal. De cualquier modo, aún faltaban años para que Amaris fuese mayor, así que no vio problema en hacer dicha promesa.-

Muy bien, te llevaré. Pero cuando seas mayor y que el rey y la reina nos den permiso. ¿Te parece?

*Como era de esperarse la menor creyó cada palabra dicha por su hermano, en su pequeño rostro había sorpresa y admiración, apretó el pequeño bolsito contra su pecho, llena de orgullo de que su hermano hubiera acabado con la bestia*

¡Woooow! Cuando sea mayor me llevarás contigo ¿Verdad? Quiero conocer cada lugar que has visto

-Exageró un poco los hechos, pero ¿Acaso Amaris lo sabría? ¡Claro que no! Por ende, Ayax continuó con su historia.-

Había acaparado todo el chocolate del pueblo. La gente me pagó para recuperarlo. Obviamente no tenía oportunidad contra mi. Lo acabé en un dos por tres.

-La realidad era que estaba un poco golpeado de las costillas. Agradeció a Ilu que no se vieran dichos golpes bajo las ropas. Además, había sido en una pelea de taberna, pero tampoco se lo diría.-

Y me compensaron con eso.

*Lo tomo de inmediato, y no dudo en abrir el pequeño bolsito, el aroma que desprendió en cuanto lo abrio era maravilloso, lo miro maravillada y más aún cuando Ayax dijo que había peleado contra una bestia*

¿¡En serio?! ¿¡Una muy grande?!

*No lo dudo ni un segundo, algo que olía tan bien debía ser delicioso y no fácil de conseguir*

Dame tu mano.

-Ni esperó a que se la diera. Tomó la mano de la menor y colocó el bolsito sobre su palma diestra.-

Es un dulce que llaman "Chocolate". Lo consideran un manjar exquisito en ese mundo al que fui. Espero te guste. Peleé contra una bestia para conseguirlo.-?-

*Sus ojos se abrieron grandes, grandes ante la emoción de recibir un presente, pero trato de comportarse*

Te perdono está vez ¿Me dejas ver qué es?

*Pregunto con un notorio tono de emoción en su voz*

-Buscó en uno de los bolsillos un pequeño bolsito amarrado con un trozo de cáñamo. Se lo iba a entregar a Amaris, pero se detuvo tras su reproche.-

Eres enana, quieras o no. Me fuí por unas semanas, te traje un obsequio ¿Lo quieres o me regañarás por haberme ido demasiado tiempo?

No soy enana, aún estoy en desarrollo y estoy bien ¿Y tú? De nuevo te fuiste

Mejor dicho, pensativo. ¿Cómo estás, enana?