Le miro así mal, intento sujetarlo, quería saber que estaba pasando con él, pero también sentía que algo malo pasaría si lo hiciera, cuando la movió solo se quedó ahí, de pie viendo la espalda de su hermano, de nuevo sentía como que esa otra mitad se alejaba de ella, una pequeña lágrima recorrió cristalina su mejilla, pero regreso sin mirar ni siquiera a Nirelle.

Siguió su camino. El que Naín interfiera lo descolocó. Ahora estaba frente a él, justo cuando no quería que lo viera en esas condiciones. La tomó de los hombros y la miró fijamente. Apretaba los labios, conteniendo las palabras que desahogaran el enojo que sentía.

—Muévete.

Y la hizo a un lado, sin empujarla. Siguió su camino hacia el interior del bosque. Necesitaba estar solo.

Tsk...

—Chasqueo la lengua con molestaria, lo que sea que tuviera Ayax había empeorado con la presencia de sus hermanas, giro su vista a ellas y les hablo—


Será mejor que ambas princesas vuelvan al palacio, esto es algo que al parecer debo arreglar yo con él. Si me disculpan...

—Dicho esto las despidió y fue tras el menor —

No podía evitarlo, dejó ahí a Nirelle con Rayen y fue tras su hermano, para intentar hablar con él. — ¡Pero a ti si te pasa algo Ayax! — Intentó colocarse frente a él para que la viera. — Déjame revisarte.—

Recibió el golpe en el estómago, doblándose de dolor. Se sintió sin aire de pronto. Así mismo, la presencia de sus hermanas en el sitio lo hizo limitarse. Hizo un chasquido de disgusto con la lengua. Miró a Naín.

—No le pasó nada.

Refiriéndose a Rayen. Tomó su carcaj, su arco y se fue del sitio con una mano en el estómago, la mejilla adolorida y el ego herido.

-Vio salir a Naín corriendo, notó su preocupación en el rostro de su hermana, cuando vio la escena no podía creer lo que pasaba, sus dos hermanos peleando, era extraño que eso pasara, ahora entre ellos estaba Naín y se acercó a Rayer a toda prisa-

Hermano, no...vamos.

-Trata de halarlo con ella aunque no lo movía ni un centímetro-

—Fue la voz femenina, lo que le hizo perder la concentración, volteo a verla justo cuando el segundo golpe llegó, tan fuerte como el primero, le hizo retroceder, mas no borro la sonrisa de su rostro, por el contrario—

Tienes buena mano para ser un príncipe mimado

—Si su hermano quería sacar su enojo, lo haría bien, a Rayen no le gustaban las cosas a medias y menos una pelea sin razón, dicho esto apretó la mano y está vez lanzo un golpe al estómago del menor, usando asi mayor fuerza que antes —

— ¡Basta! Los dos por favor. — No sabía que hacer así que solo se interpuso entre los dos sin importarle si algún golpe le lesionaba a elle, estaba preocupada por ambos y no quería que siguieran con una pelea innecesaria, Ayax ya sabía lo mucho que odiaba las batallas sin sentido.

Recibió el golpe, haciendo que se tambaleara un poco, dando un paso hacia atrás para recuperar el equilibrio. Ligeramente aturdido -más por el enojo que por el mismo golpe- tomó impulso para lanzar otro puñetazo a su cara, justo al arribo de Naín.

Algo pasaba, aunque no entendía muy bien qué pero algo pasaba con Ayax, podía sentirlo después de todo era su hermano gemelo, habían compartido más que solo la vida de hermanos, tenían un lazo más fuerte que la admiración, corrió por el bosque, pues la angustia que sentía era más allá de lo normal. Así que cuando lo vio discutir con Rayen se apresuró. — ¿Que está pasando? —