*Sus ojos se abrían maravillados ante la idea, todas las criaturas que su hermano mencionaba las había visto en libros, pero no les conocía, el saber que él las había visto le dejo maravillada, por lo que asintió, esperaría paciente a que él tuviera el tiempo para contarla*

Seré paciente, esperaré a que puedas

*Una pequeña sonrisa curvo sus labios mientras le miraba *

Se inclinó solo un poco para quedar a la altura de Amaris, colocando luego una mano sobre el hombro de la menor. Guardó silencio, pensando en si era una buena idea hacerlo de una vez, pero era una historia demasiado larga, por lo que solo sonrió.

-Esta historia merece ser contada en el momento adecuado, hay bestias, orcos y algunos enanos en ella y cada uno merece una mención especial y su capitulo aparte. Descuida, te la contaré completa.-

*Llevo su mano a sostener el collar lo apretó suavemente entre sus dedos, y miro al mayor*

Me encantara oír la historia, mamá dice que te fuiste muy lejos, a mi me gustaría conocer otros lugares, pero también se que mi deber está aquí, prometo cuidarlo bien.

¿Quién diría que aquel pendiente que había adquirido en uno de sus viajes, terminaría entregándoselo a una de sus hermanas?

-Luego te contaré la historia de cómo lo obtuve.-

Abrochó la cadena detrás de su cuello y luego miró que le había quedado bien.

-Cuídalo, viene de muy lejos.-

*No esperaba recibir un presente, solo había venido por la curiosidad de conocer al mayor, pero no pudo evitar que su rostro reflejará la alegría que sentía ante tal acción, apartó su cabello que aún que corto cubría su cuello, dejando que le colocara el collar y luego en respuesta, le rodeo con sus brazos levantando el rostro para mirarlo *

Gracias, es hermoso

-Amaris.-

Ayax sonrió y apartando la mano del pecho, buscó en su bolsillo un pequeño pendiente en forma de Luna en cuarto menguante. Colgaba de una cadena de plata que acercó a la menor para ponérselo al cuello.

-Entonces esto te va perfecto, hija de la Luna.-

*Sonrió ante tal respuesta más a un al saberse digna de ser una princesa. Fue así que ante el saludo del mayor hizo una pequeña reverencia*

Amaris Teriat

*Respondió con orgullo sin borrar la sonrisa de su rostro*

Es un gusto al fin conocer a mi hermano mayor

La reacción de la menor dejó sorprendido al muchacho que pronto esbozó una amplia sonrisa cargada de satisfacción.

-Bien. Esa es la actitud de una legítima princesa de Asernova. -

Extendió el brazo cruzando el pecho y descansando la palma de la diestra sobre corazón.

-Ayax Teriat, Majestad. ¿Y tu nombre?-

No soy tan pequeña

*se miro a si misma, si bien era joven no era tan pequeñita a menos que todos la vieran así, esa idea le asalto por un momento para luego mirar a su hermano, le parecía algo insolente pero también agradable*

Tu eres muy alto y algo descortés

-A mi me parece que si.-

Abandonó el asiento sobre el que había estado meditando y se acercó a ella.

-Creo que eres así de pequeñita.-

Unió el dedo índice y pulgar de la mano diestra para señalar qué tan pequeña le parecía.-